27 sept 2013

Mi primera vez, con mi jefe y me gustó

Ella es una señora que puede tener 64 años más o menos. Finalizando la tarde, antes de salir para mi casa, me hizo la propuesta para el día siguiente y aunque yo dudaba por pensar en mi esposa, le dije que sí. Ella me dijo que si le decía que sí, tendría que ser un sí definitivo porque era una sola oportunidad y yo, pues aproveché.

Los demás en la oficina sabían del asunto y me miraban con cierta picardía. Al parecer ellos también lo habían hecho antes con ella, inclusive su hermano, y por el entusiasmo que ellos mostraban, era una experiencia indespreciable. De manera que en esos pocos minutos, me había embarcado en una nueva vivencia y los demás eran felices cómplices.

Cuando le conté a mi esposa, con un poco de timidez porque sería una noche ausente de mi hogar, ella me sorprendió apoyando mi aventura, pues ella una vez ya lo había hecho con un jefe y me animó para no perder esa oportunidad. Con su respaldo, ese "sí" que quería mi jefe no tenía reversa.

Llegó el día indicado y era el tema en la oficina, me contaron que hasta la comida estaba incluída, pero se decidió que antes de que comenzara la noche, los caballeros nos iríamos a prepararnos con unas cervezas e indudablemente acepté. Fueron dos jarras que nos tomamos y luego cuando llegó el momento, nos fuimos a esperar lo ya inevitable.

Hacía un poco de frío y como estaba consignado, comencé por la comida, antes de que se diera inicio a la acción. Me comí dos tajadas de pizza, papitas y gaseosa. Cuando mi jefe llegó me preguntó que si me sentía cómodo a pesar del frío y que si ya había comido… y agregó que podía comer más si quería, que todo estaba incluido. Pues fui por nachos, perro caliente y otra gaseosa y me puse lo más cómodo posible para esperar que se diera esa primera vez, que hasta ahora iba muy bien.

Sonaban extractos de música que me gusta, y ella lo notaba y se alegraba por eso. Eso me ayudó a relajarme más… ¡cuál relajarme! Me hice al ambiente. Sonó Walk de Pantera, For whom the bell tolls y Sad but true de Metallica, Dr. Feelgood y Kick start my heart de Mötley Crüe, Baba O'Reilly de The Who, Welcome to the jungle de Guns and Roses, War pigs de Black Sabbath, TNT de AC/DC, Rock and roll de Led Zeppelin y no podía faltar We will rock you de Queen.

No había mucho que conversar, me concentré en la acción y hasta tomé algunas fotos. Todo el mundo estaba feliz y yo, que no soy de ese estilo de cosas, también estaba contento y de vez en cuando le mandaba mensajes de texto a mi esposa para contarle cómo se iba desarrollando el asunto. Todo se acabó en un parpadeo aunque empezó a las 7:30 de la noche y se acabó a las 10, dicen que cuando uno se divierte el tiempo pasa volando, y debo reconocer que sí me divertí, y sobre todo, aprendí un poco más de la usanza canadiense.

Llegué a mi hogar un poco más tarde de las 11, saqué al perro y fui a saludar a mi esposa, quien no esperó mucho para que le contara todos los detalles (que no contaré aquí) y obviamente me preguntó por las fotos, que por las circunstancias y tomadas con el teléfono, me quedaron unas movidas y obscuras. Le conté todo lo que pude y compartí con ella esa experiencia, aunque la hubiera preferido a ella mil veces que a mi jefe, las fotos las dejamos para verlas depués, era tarde y tocaba madrugar.

Esa fue mi primera vez en un partido de hockey, jugaron Canadiens de Montreal contra Senators de Ottawa, ganaron los locales 3 a 1.

24 sept 2013

Corrupción en la universidad: "No se podrá ser un perfecto bolivariano"


Esta semana destaparon un ecándalo que ensucia a una de las instituciones más queridas por este servidor: la Universidad Pontificia Bolivariana, donde hice mi primaria, bachillerato y universidad. Se descubrió hace unas semanas que existía un par de empleados "de confianza" que recibían dinero de estudiantes para cambiarles las notas, obviamente las malas por buenas. Aunque la institución no ha dicho cuántos estudiantes están involucrados, ni los montos a los que ascienden los sobornos, se sabe que el precio por la alteración arrancaba en $200.000 y se presume que podía llegar hasta un millón de pesos, y que esos fraudes ocurrieron en las facultades de ingeniería y derecho en Medellín y Bucaramanga.

En mi época colegial, mis fraudes no pasaron más allá de hacer un "pastel" para tratar de ganar un examen, que nunca utilizaba porque me aprendía las cosas haciendo el papelito en miniatura. En la Universidad no pasé de soplarle una que otra respuesta a mi vecino de puesto cuando éste se veía atorado en una pregunta, cosa escasa porque generalmente nuestras pruebas eran sobre opiniones o ensayos más elaborados; y cuando tocaba analizar un libro, por lo general me lo leía completo en las madrugadas cuando había racionamiento eléctrico (la hora Gaviria). Pastelear es una cosa, pero el soborno para hacer trampa ya alcanza un nivel superior.

Se rumoraba que un individuo ayudaba a algunos estudiantes de su agrado a "mejorar" los resultados finales de una manera que no levantara sospechas, dicho de otra forma, dejaba las notas en 2.9 para pasar "arrastrado", pero nunca me constó eso ni tampoco conocí alguien que diera fe de ello, era como un mito urbano. De ese cuento nunca se escuchó que mediara la plata, únicamente terciaba la amistad… decían.

Se supo de algunos egresados que ofrecían sus servicios como "asesores externos de trabajo de grado" a cambio de honorarios cuyo valor desconozco, pero de ello tampoco se tiene certeza, pues no hubo contrición que hiciera aparecer algun tramposo arrepentido ni tampoco a ningun asesor con remordimientos.

Conversando por correo electrónico sobre el asunto con mis antiguos compañeros de clase y entrañables amigos, mencioné que este asunto no es ni único ni nuevo, que es como una infección externa que ahora ha contagiado a mi Alma Matter, y voy a contar, aunque sin mayores precisiones porque me traiciona la memoria, una historia que conocí que muestra la punta del témpano y que hace ver este rollo bolivariano como mis pastelitos para aprenderme los hitos de la literatura iberoamericana.

Vamos a llamarle Pancracio, para guardar su verdadera identidad. Pancracio es un tipo de esos que quiere a todo el mundo y todo el mundo lo quiere a él, es generoso, optimista, de buen humor y de los que participa en todo lo que tenga que ver con el contacto social, Pancracio es un bacán. Fuera de eso es un tipo brillante, que dicen quienes lo conocen en persona, que con él se puede convesar sobre cualquier cosa de manera amena y respetuosa.

Pancracio anda en moto, y una vez le contó a Petunia (para respetar su verdadera identidad), lo emocionante que era manejar la moto a toda velocidad y escapársele a la policía. Ahí comenzó un diálogo entre P y P en el que se descubre una red impresionante de corrupción y fraude en el ámbito universitario, Pancracio tiene una doble vida que al confesarle a Petunia sus andanzas sin rubor, le llena de adrenalina, satisfacción y cero remordimiento.

Pancracio es -o era- un suplantador profesional de estudiantes del Politécnico Jaime Isaza Cadavid. Su trabajo era presentarse a los exámenes en nombre de un estudiante X, llenar el cuestionario y garantizarle al alumno una muy buena nota. Contaba Pancracio emocionado que en algunas facultades ya lo tenían identificado y al detectarlo le echaban a la policía y por eso partía raudo en su moto… según me contaba la conocida de Petunia, que me hizo llegar la historia, Petunia asombrada le preguntaba a Pancracio por sus afectaciones morales y éticas en ese asunto, a lo que el individuo respondía: "pfff", sin siquiera rascarse la orejita.

Mencionaba el motocilcista tramposo que él no era el único, y que esa institución tampoco y que por eso no tenía por qué sentirse mal… "mal de muchos, consuelo de tontos".

Esa conocida de Petunia fue maestra de cátedra en el Tecnológico de Antioquia y una vez en mi compañía estaba calificando unos ensayos que sus alumnos debieron hacer sobre un tema cualquiera. Ella me leía algunas veces frases y párrafos que contenían enorme sapiencia entre disparates con mala ortografía y aluciones como "El país de Asia" y "ciudades como Alemania y Estados Unidos".

"Fraude", le dije, y empecé a buscar de dónde habían sacado las cosas buenas de sus ensayos pobres y mal fundamentados. Descubrimos que al menos la mitad del grupo de estudiantes había copiado y pegado sin vergüenza, el mismo texto de Internet, y algunos trataron de disimularlo con opiniones de su propia cosecha con las que lograban demostrar su carencia de interés, conocimiento, ortografía y sobre todo, respeto por el maestro.

La profesora denunció este fraude ante su directora académica, pero como respuesta obtuvo: "deje así, estos muchachos son pobres y se la rebuscan para estudiar, no tienen ni para los pasajes, hay que darles la oportunidad". Así no hay esperanza cuando la directiva tolera una práctica tan reprochable en la que lo único que se logra es el autoengaño y la corrupción.

De este episodio en general, quiero señalar que aún siendo muy censurable lo sucedido en la UPB con ese par de empleados y un número indeterminado (hasta ahora) de estudiantes, no es la institución la responsable del delito si hubiere alguno, ni tampoco de los fraudes que se hayan cometido. Fueron individuos que por voluntad decidieron torcer las cosas, tampoco es culpa del sistema de calificación numérica, como lo han señalado algunos opinadores. El corrupto decide corromperse, no es víctima del sistema ni tampoco es producto de las presiones escolares, el corrupto es producto de cuestiones de fondo que comienzan cuando se es niño, en el seno de una familia.

La UPB es responsable de investigar lo sucedido para sancionar apropiada y severamente a los culpables; es encargada también de presentar las demandas a que diera lugar ante la justicia ordinaria. Los empleados ya fueron separados de sus cargos y dicen las directivas que se estudia los procesos de los estudiantes marrulleros.

Por principio, cada persona debe ser dueña de su aprendizaje y los resultados académicos deben reflejar, no solamente su dedicación a aprender, sino la ética profesional del caso; hay que reconocer que no ha sido la institución la que tenga esto como práctica y que de miles de estudiantes actuales y egresados, los tramposos son muy pocos.

Otra cosa que podemos aprender de este suceso es que por alguna razón que desconozco, jamás supe en medios de comunicación la historia que contó Pancracio, ni tampoco se discute sobre la ética y procederes del Tecnológico de Antioquia, mientras que el asunto de la UPB está apareciendo por todas partes. Me hace pensar que existe cierta animadversión contra la Universidad Pontificia Bolivariana y su comunidad, y evidentemente, contra la Iglesia Católica, que es propietaria y administradora de esa institución.

Concluyo, sin señalar a una institución o la otra, y aludiendo a todas, que esto es síntoma de una cultura de la ventaja y el abuso, síntoma de la degeneración social en la que los corruptos gobiernan, legislan, se hacen elegir, fiscalizan, investigan y señalan.

EN CONTRAPOSICIÓN: Publica la UPB en su perfil LinkedIn:
"La Clínica Universitaria Bolivariana aparece en el Ránking de los mejores Hospitales de América Latina que este año se llamó: En Busca del Estándar. Somos la IPS N° 42 de 45 que alcanzaron los estándares requeridos, de los más de 190 Hospitales y Clínicas de América Latina invitados a participar. Este logro es un paso más del mejoramiento continuo y hace parte de los retos que se vienen: mantenernos y/o mejorar de ser posible en la clasificación a futuro.

Hoy es una realidad: Hay 45 IPS entre hospitales y Clínicas de América Latina que aparecen en el Ránking que publica la revista América Economía. De las 45 hay 19 que son de Colombia y de éstas, siete son de Medellín….y ahí, entre las mejores, esta nuestra Clínica."

18 sept 2013

Si no trae "caramelo", ¿compraría las chocolatinas?

Era una época en la que para votar, se necesitaba depositar una papeleta con el nombre del candidato y su partido en una urna, cuando a la gente le pintaban el dedo con una tinta indeleble, la época en que mi hermano gemelo y yo nos íbamos a pie al colegio en el barrio Laureles en Medellín. Fue un lunes y todas las calles estaban llenas de basura, producida por los vestigios dominicales de papeletas no válidas que eran repartidas y tiradas "a la jura" para persuadir a los electores de que votasen por tal o cual candidato.

Unas más mugrosas que otras, las recogíamos para leer algunos nombres impronunciables de ciertos candidatos, reirnos, y así entretener nuestra tediosa caminada matutina. "Fulanito de Tal" y volvíamos a tirar la papeleta, "Peranita de Cual" y al piso, "Perencejo de Aquél" y al piso, "Dodo"… ¡El Dodo!

No recuerdo exactamente qué año era ni qué edad teníamos, pero con nosotros y con otras generaciones creció la afición dulce de llenar el "álbum de chocolatinas", Álbum de Historia Natural de la Compañía Nacional de Chocolates, que tenía 508 láminas acompañadas de textos educativos con los cuales aprendimos que las mejores naranjas se producían en Valencia (España), que uno de los nidos más extraños lo hace el pájaro glorieta, que el vólvox es un alga y que, entre muchas otras cosas, el dodo fue llevado a la extinción por cazadores inescrupulosos.

Igual que muchas otras cosas de mi niñez, ese álbum fue para mí gran fuente de entretenimiento, conocimiento, disciplina y dedicación. Y aseguro que cientos de personas en mi país se sienten identificados con varias cosas que intentaré describir a continuación y que ilustran aquellos tiempos en los que no existía Wikipedia ni Angry Birds, y en los que "la Nacional de Chocolates" tenía los ojos puestos en crear cultura de consumo con un solo álbum que se podía heredar de padres a hijos hasta llenarlo.

Hermes era uno de esos que se hacía algunos pesos con el comercio e intercambio de láminas repetidas y sobre todo con las escasas, otro era Jorge Luis, pero el segundo, aunque vivía en el mismo edificio, era más difícil de encontrar que el "calamar de las grandes profundidades", porque a diferencia de Hermes, que nos llevaba dos años más cuando mucho, Jorge Luis ya era un adolescente con toda una vida social y laboral activa.

Había que caminar varias cuadras en el barrio López de Mesa, donde vivíamos más pequeños, para ir donde Hermes; que vivía detrás de la cuadra de las tiendas -creo que detrás de la revueltería de Rufo-. Por la ventana uno llamaba al encargado de las laminitas y abrían la puerta meticulosamente, como si fuera una de esas prenderías en la calle Cúcuta y aparecía él con un maletín de lona verde militar y tapa colgada, que cerraba con un par de mariposas de cobre rubio y que borroso en letras amarillas todavía rezaba: HONDA. En ese taleguito raído y manchado estaban guardados un álbum lleno, otro en proceso y varios atados de láminas envueltas con una banda elástica, separados por rangos de números que obedecían a la lista de llenado del álbum, esa lista hecha en papel cuadriculado que muchos guardábamos celosamente para monitorear el progreso de esa afición.

Uno de esos atados, metido en una bolsa plástica de almacenes LEY, era el de las láminas escasas, en ese envuelto tenía los patitos, el pitecántropo, la rana marsupial, el escarabajo unicornio, el naranjal valenciano, el vólvox, el calamar de las grandes profundidades, el dodo, la chinchilla, el jazmín oficinal, las inundaciones, el pájaro glorieta, el pez piloto y otras joyas que eran intercambiables únicamente por otras láminas escasas o por su equivalente en dinero. Como en todo tipo de colección el valor intrínseco y nominal no contaban, el mercado de las láminas lo dominaba el valor arbitrario que normalmente era dictado por los cambiadores que se sentaban en el cruce de Ayacucho con Junin, abajo de la librería La Anticuaria en el centro de Medellín, y que obedecía también a la oferta y demanda de esas láminas escasas; los "caramelos", como decimos en Antioquia. Se compraban desde $2 hasta $20, con el billete ese donde aparecía Francisco José de Caldas con un globo terráqueo. Hoy se consiguen en Internet

Primero fue el engrudo y con la evolución industrial y el ascenso económico llegó el colbón (supe ya viejo que viene de Cold Bond "pegante frío"), que hacían del álbum un pegote cada vez más grueso, el calibre de capas y capas de pegante añadido convertían ese folleto de 86 páginas en un cartapacio repolludo con un olor particular: mezcla de pegantes, chocolate, tinta de kilométrico y sudor de niño, que fue mejorado cuando el Pegastic revolucionó la manera de pegar caramelos sin regueros ni tarros resecos a los que sacarle la última gota era un proceso agresivo, burdo y en ocasiones peligroso… algunas curitas se vendieron por cuenta de ese destripar de tarros de colbón. "No huela eso que se envicia", nos decían, porque era delicioso el aroma del Pegastic… es como si en este momento estuviera destapando ese tarrito amarillo, un olor rico e inolvidable… levante la mano el que no lo olió, y el que no lo probó.

Hubo algunas veces en que confundidos, rehacíamos nuestras listas de caramelos, porque la imagen de ciertas láminas era actualizada, de manera que, por ejemplo, del planeta Marte llegamos a tener tres motivos distintos que como solución práctica pegamos uno encima del otro, solamente por el borde superior para poder ver debajo las anteriores presentaciones del mismo "cromo" -como también se les llama a las "monas" de los bogotanos y caramelos nuestros-. Había algunas imágenes poco atractivas para un niño, en especial la sección de geología en la que todo eran piedras y montañas, texturas indefinidas y poca importancia en materia de entretenimiento, en las plantas tampoco había mucha acción, eran los animales los que cautivaban nuestros sentidos y una fascinación especial por esas láminas fantasmas de las que se hablaba como si fueran mitos urbanos, nadie las tenía, y el que las tuviera, no las mostraba por miedo a un robo.

Esa tarde amodorrada en la que fuimos a la casa de Hermes conocimos algunos de esos fantasmas maravillosos y supimos que era posible algún día conseguir las láminas que dejaban muecas las páginas del álbum. Desde el comienzo -quizá nuestros papás nos los enseñaron- nos negamos a pagar por la adquisición de esas joyas educativas. Si habríamos de tener "los patitos" tendría que ser por la suerte de encontrarlos entre las envolturas de la chocolatina jet o por la transacción de otra "escasa", pero pagar por las escasas era trampa… ¡hasta lo venden lleno!

Luego vino la época en que los patitos dejaron de ser escasos mientras que otras laminitas continuaban con su condición fantasmal, los patitos dejaron de ser moneda válida para esos trueques, ya no con Hermes, porque habíamos crecido y vivíamos en otro barrio, sino con los compañeros del colegio. Menos niños nos hizo menos atentos al mundo del álbum, pero no nos hizo olvidarlo a pesar de que ya el premio ofrecido de $500 pesos por llenarlo era una bicoca (además de la perforación de todo el álbum). Era una meta en la vida, aunque se hiciera a paso de tortuga.

Encaramado en una repisa entre álbumes de fotos viejas, porque antes las fotos eran de papel, estaba ese documento arrugado y crujiente que esperaba ansioso a recibir, un poco maltrecho y manchado, al "dodo" que encontramos tirado en la calle entre papeletas para la elección de un congreso en un año perdido en mi memoria. Así fue como después de muchos años de paciencia, carbohidratos y aprendizaje, llenamos el álbum de chocolatinas, el de historia natural.

Mi hijo conoce el álbum de los animales y el de los animales prehistóricos y en peligro de extinción, que reemplazaron al viejo coleccionador que guió las vidas de muchos colombianos durante dos o quizá tres generaciones; aunque vivimos fuera del país, los familiares y amigos nos recogen los caramelos para llenar los álbumes de mi hijo, que los considero igualmente míos, y para él es emocionante pegar las láminas autoadhesivas y descubrir animales que conoce o que le son nuevos. Tal vez mi hermano conserve ese álbum, ÉL álbum que llenamos juntos por tanto tiempo y algún día se lo muestre a mi hijo y al suyo. A pesar de que mi esposa y yo le decimos constantemente lo valioso que es cuidar esos álbumes, la mística ya no es la misma; supe que lanzaron otro álbum nuevo que se llama Planeta Sorpendente… Ya no es gracia si cada equis tiempo sacan álbumes nuevos, "se perdió el valor de las tradiciones".

REMATE: el chiste que contaba Andrés Moreno con mucha frencuencia:
Primera escena: va una bañera volando por el cielo
Segunda escena: la misma bañera pasa al lado del edificio Coltejer
Tercera escena: la bañera se estrella contra un edificio
¿Título de la película?
Chocó la tina jet

Excusas: no guardé los vínculos de los dueños de las fotos, me excuso con sus autores

12 sept 2013

Si me regalan un iPhone 5C o 5S, lo cambio por un Android

Foto tomada de http://android-france.fr/2012/03/31/iphone-versus-android/
Actualmente utilizo un iPhone 4S que conseguí de papaya cuando me cambié de proveedor de servicios de celular, porque quería actualizar mi equipo y el proveedor que tenía no me ofrecía nada bueno. Tengo un iPod shuffle que conseguí con los puntos de la tarjeta de crédito y una iPad vieja que me prestó mi jefe porque a ella le sobraba. Tuve además un MacBook Pro que me fue robado en Orlando (Florida).

Aparte de eso, he estado utilizando PC por muchos años y mi primer teléfono inteligente fue Android. No me considero un seguidor de productos Apple, a pesar de que tengo unos que conseguí baratos o gratis y que los uso, no me despeluca ni el diseño ni el desempeño de los aparatos. Al contrario, y concentrándome en el teléfono inteligente, extraño enormemente Android y aquí explico por qué… el aspecto diseño ya no es tema.

Memoria
En primer lugar, los aparatos que corren el sistema operativo Android cuentan con una ranura para expandir la memoria insertando las tarjetas Mini SD, con lo que se puede aumentar la capacidad de almacenamiento hasta 64 GB, dependiendo del equipo y la tarjeta que usted le ponga. Un iPhone, el que sea, no cuenta con esa ventaja y la memoria que usted compra con el teléfono no se puede ampliar y tampoco extraer en caso de que usted quiera transferir toda la información a otro dispositivo, para eso Apple ofrece iCloud, que es un servicio poco amigable y que hay que pagar, que exige además la sincronización a través de iTunes y esa vuelta me parece de lo más harto para hacer. La ventaja de iCloud es que las aplicaciones las puedo tener en todos mis dispositivos Apple, pero no he podido con los libros.

Ringtones
Si yo quiero que mi teléfono toque cierta música cuando me llaman en lugar de los soniditos que trae por defecto, en Android simplemente le cargo la música y en las opciones de configuración asigno cualquier archivo MP3 a mis tonos de llamada o inclusive, a ciertos contactos en especial. Para hacer eso en iPhone toca descargar aplicaciones pagas que se supone que le ahorran el trabajo y luego pasar esos archivos por el iTunes para sincronizar el teléfono y hacerle reconocer esos archivos como tono de llamada; hay un "atajo" sin necesidad de descargar aplicaciones, pero es engorroso y requiere que uno se ponga a "cacharrear" con iTunes y el explorador de archivos cambiando manualmente la duración del tono que no puede pasar de 30 segundos y la extensión del archivo… esta vaina no siempre da los resultados esperados.

Volumen
El control de volumen de Android me permite asignarle una intensidad de sonido diferente a los varios tipos de tono que necesito: llamada, multimedia, despertador, mensaje de texto o mensajes de aplicaciones; de manera que el depertador tiene un volumen muy modesto mientras que mi música puede sonar a "todo taco" si así lo configuré, mientras que iOS, el sistema Apple, no tiene esa versatilidad. Sin embargo tiene un interruptor externo que sirve para apagar todos los sonidos del aparato, casi tan útil como la linterna de Nokia.

Gadgets
La oferta de aplicaciones en ambos sistemas es equiparable, existen las mejores que son compatibles en varios sistemas operativos y que por lo general son gratuitas, pero como todo lo que se llame Apple es más caro, a veces toca pagar por aplicaciones que en Android son gratis. Y a propósito de aplicaciones, de Android extraño los Gadgets, que son utilidades de acceso rápido a ciertas funciones de las aplicaciones o vistas compactas de lo que hacen las aplicaciones sin necesidad de activarlas por completo. Eso da un acceso rápido a cosas que consulto con frecuencia como el estado del tiempo o a la lista de cosas por hacer.

Gestión
No he podido "manipular" las carpetas ni la memoria del iPhone para decirle al sistema operativo que priorice el uso de ciertas aplicaciones y que si la batería está bajita, desactive ciertas funciones que gastan energía. Si uno no quiere saber nada sobre las "tripas" del teléfono, con iOS basta y sobra, pero si busca hacer un manejo más eficiente de la batería, los archivos temporales y las aplicaciones en segundo plano, Android es la solución.

Personalización
Cuando uno tiene un iPhone, la personalización se reduce a la foto que le quiere poner de fondo. La combinación de colores en la pantalla es la misma para todo el mundo, igual sucede con los temas de las aplicaciones, es decir, las formas, colores y texturas con que se presentan los gráficos del software y el sistema operativo; dicho de otra manera, es aburrido y uniforme. Eso puede cambiarse si uno compra aplicaciones que sirven para personalizar el teléfono, pero así no es el sistema… se puede alterar el sistema operativo del teléfono para lograr esos efectos, pero eso ya es jugar en ligas mayores. Con Android cada fabricante tiene su manera de personalizar el teléfono y las aplicaciones desde lo vintage hasta temas estilo Tron (que también es vintage…), como se ha hecho con WinAmp.

Precio
No creo que haga falta dar explicaciones

Hace casi un año (Apple: la nueva religión, 28 de septiembre de 2012) estimé que en seis o siete meses Apple sacaría una versión mejorada del iPhone 5, aunque me pelé por algunos meses -¡qué va! se demoraron ellos- no me equivoqué al predecir que las mejoras en el aparto no serían muchas y que los fanáticos de la marca estarían acampando fuera de las tiendas Apple para comprar estos aparatos el primer día de su lanzamiento. Aunque no ha salido al mercado todavía, las espectativas con el iPhone 5C y 5S son muchas, a pesar de que ya se ha desvelado en los medios de comunicación que las diferencias con el iPhone 4 y 5 no son notables y que la versión barata no es tal, simplemente no es un teléfono tan caro como el 5S. Pero en cualquier caso, no justifica dar el salto a la nueva versión del iPhone porque carece de todas las funcionalidades que extraño de Android, no tiene mayores diferencias con el iPhone 4S que utilizo actualmente y ni por el precio es atractivo.

Finalmente quiero compartir esto con lo que me tropecé por ahí, eso sí sería un celular interesante, yo compraría uno ya...

ACTUALIZACIÓN 19 de septiembre de 2013:

Actualicé mi iPhone 4S al nuevo sistema operativo, el mismo que van a tener los nuevos teléfonos de Apple y tiene mejoras que lo acercan a esas cositas que extraño de Android. Dejando a un lado los aspectos de diseño gráfico, en los que noto aciertos y descaches, se agregó una pantalla deslizable (de abajo hacia arriba) que presenta funciones rápidas y frecuentes del teléfono, como se puede hacer con Android hace rato, esto es lo que hay en el centro de control:
1. Encendido o apagado del modo avión, conexión WiFi, Bluetooth, no molestar y bloqueo de rotación de pantalla
2. Control del brillo de la pantalla en caso de que no quiera obedecer al control automático
3. Controles de reproducción de música y volumen
4. Activación de linterna (luz led del flash), las funciones de reloj, calculadora y cámara fotográfica o de video

Otra mejora es una vista del centro de notificaciones mucho más organizada, que se utiliza como siempre, deslizando de arriba hacia abajo desde la zona activa, en la que aparece la carga de la batería, conexiones activas, la hora y la potencia de conexión con el proveedor. Sin embargo allí ya no aparecen -o no los he podido activar- los campos de texto para compartir en redes sociales ni el estado del tiempo. Si usted desliza desde cualquier pantalla, donde están ubicados los íconos de las aplicaciones, tendrá acceso a Spotlight, la herramienta de búsqueda en el teléfono.

Mejoró también la agrupación de aplicaciones. Anteriormente cada "cubículo" recibía un máximo de 12 aplicaciones y en caso de querer agrupar otras, era necesario crear un cubículo nuevo. Ahora los cubículos también se despliegan en otras "páginas" deslizando hacia los lados, nueve aplicaciones por "página". Para mí es una ventaja porque prefiero mi pantalla despejada para ver la hermosa foto que tengo de fondo.

Cuando usted quiere verificar cuáles son las aplicaciones activas unde dos veces el botón principal y le muestra no solamente los íconos de esas aplicaciones, sino una vista de lo que ellas están ejecutando en el momento. Para cerrarlas basta con deslizar esas vistas hacia arriba. Ya no se ponen a "temblar" como en el sistema operativo anterior.

Con todo y estas mejoras, sigo extrañando cosas de Android, una que falté en mencionar, es la creación de accesos directos en las pantallas para las aplicaciones o funciones especLficas, como llamar a un contacto o enviar un mensaje de texto.


10 sept 2013

Rebajar las penas para desocupar las cárceles

Este Juan Manuel Corzo, ponente de semejante propuesta, se tuvo que haber tomado un frasco de pintura cuando estaba chiquito o tal vez fue a uno de esos paseos donde las monjitas siempre ofrecen arroz con pollo vinagre.

En un país donde los pillos no solamente sobreocupan las cárceles, sino que se pavonean por la calle y hacen lo que les da la gana con todo el mundo y en un país donde las leyes blandas no se cumplen y no hay cómo hacerlas cumplir... Mientras unos dicen que hay que endurecer las penas para evitar más problemas, por ejemplo con los conductores borrachos, como el mismo Corzo, resulta este espantapájaros con una propuesta de este tamaño.

Es como decir que para ahorrar jabón voy a dejar de bañarme o que para evitar que las ratas dañen los muros, pues dejemos la puerta abierta.

Hace poco circula en Internet el rumor de que Luis Alfredo Garavito anda libre, el mayor asesino en serie que ha producido Colombia vaga por ahí con 172 niños asesinados en su cuenta, porque no en su conciencia, no se arrepiente de nada. De ser cierto eso, Garavito no pagó ni siquiera 15 años de prisión, cuando las sentencias sumarían 1823 años. Y el tipo saldría temprano porque el aparato judicial, con tal de aliviarse y acelerar los procesos ofrece un montón de rebajas de penas a los presos porque confiesan, delatan, colaboran, se portan bien en prisión, estudian, se lavan los dientes y hacen pipí antes de acostarse.

Las cárceles están repletas de delincuentes y de personas que aún no han sido sentenciadas, y la solución no es soltarlos, la solución es mejorar el sistema judicial y construir más reclusorios, pues la cantidad de cárceles en Colombia no ha aumentado mucho que digamos en los últimos 50 años, mientras que sí han incrementado los delincuentes, los delitos y las dificultades del sistema judicial.

Las penas en nuestro país son ridículas para los delincuentes dañinos, mientras que son severas para individuos inocuos que alguna vez cometieron errores o por desespero infringieron la ley, caso del señor que fue cuatro años a prisión por robarse un cubo de caldo de gallina. La inequidad es total, no solamente en términos económicos, sino, como vemos, en términos jurídicos... la ley no es ni para los de ruana, porque Garavito tiene sus rebajas de penas y ahora este congresista que se ha destacado entre los más sinvergüenzas, pretende que los pillos salgan más temprano a la calle.

Está demostrado, y lo sé porque conozco gente que ha trabajado con los presos y me ha contado, que una cárcel no reforma individuos para que se reincorporen a la sociedad, al contrario, les obliga a aprender las mañas que exige la supervivencia en los pabellones mugrosos de una cárcel. Es triste que haya personas sin sentencia viviendo en esas condiciones, pero la culpa no es de la institución carcelaria, es del aparato judicial que anda a paso de tortuga, es culpa de la falta de visión que no ha permitido la construcción de prisiones sólidas, seguras y eficientes.

¿O será que el tal Corzo sale con esto para ayudarle a los guerrilleros de las FARC a firmarle cualquier cosa al presidente?

9 sept 2013

Tu boca es una tumba

No recuerdo exactamente qué edad teníamos mi hermano gemelo y yo, tal vez seis o siete años. El televisor aún era en blanco y negro y evidentemente de esos con dos perillas (UHF y VHF), más el botón de encendido y volumen. En ese aparato que sobrevivió varias de nuestras orinadas, vaciadas de tetero y dos o tres desarmadas para ver cómo era por dentro, vimos varias veces uno de los programas más miedosos de los que tengo memoria.

Lo presentaba Hernán Castrillón, pero originalmente el presentador era Vincent Price y en la programación colombiana aparecía -el programa- como Cita con los clásicos del terror. En esa serie contaban historias "de miedo" basadas en cuentos populares, si no estoy mal, ingleses. Una de esas noches, la historia trataba sobre un ladrón de tumbas que profanaba los sepulcros en busca de joyas y dientes de oro, porque aunque muchos no lo recuerden y otros no lo crean, los dientes podridos los reparaban forrándolos en oro, cuando se trataba de alguien adinerado… o que quisiera aparentarlo.

Mi papá nos explicó ese asunto de los dientes de oro mientras veíamos con atención la historia en blanco y negro. Nos dio ejemplos de conocidos que luego de haber perdido su salud bucal habían logrado enjoyarse parcial o totalmente una que otra pieza dental, y sirvió esa historia de terror para conocer el sentido de una expresión que siempre ha sonado en la boca de los antioqueños: mañé. Aprendimos al son del miedo que la gente que no se lava los dientes tiene caries, y luego calzas; y que a veces esas calzas las hacían en oro. Aprendimos que una cosa de mal gusto se le dice "mañé" y que si no le roban esos dientes de oro estando vivo, seguramente cuando muera llegará alguien con un par de alicates a arrangarle al cadaver lo que las bacterias no se alcanzaron a consumir.

Tal vez la historia del robatumbas, que termina él mismo enterrado vivo en un ataúd mohoso mientras quería alzarse con unos cuantos gramos de oro, nos marcó tan intensamente que logramos sobrevivir hasta hoy, casi cuarenta años, sin una sola caries, ninguna calza, y mucho menos metales preciosos entre la boca. Hoy no sé qué me impactó más: si la posibilidad de que al morir un ladrón se llevara mis dientes o que mi sonrisa dorada fuera señalada como mañé, hasta después de muerto. ¡Qué va! Fue la educación de la casa y las visitas del "Doctor Muelitas" al colegio cada dos meses con sus busesitos de cartón, la violeta genciana y el flúor, las pastillas reveladoras y la crema y el cepillito de regalo.

Así como con el cepillo y la crema se diluía la amarga violeta, se fue diluyendo en los años 80 esa costumbre "orfebreodontológica" y por un tiempo dejamos de ver gente con sonrisa de oro, seguramente por que también se fue diluyendo el poder adquisitivo y el señalamiento de mañé cobró una fuerza impresionante. En los 80 y 90, esos dientes de oro solamente se veían en individuos de las clases más populares que se aferraban a sus dientes moribundos con los ahorros de toda su vida, cargando el patrimonio en sus herramientas de calcio que le sirven para masticar morcilla y ruñir huesos de pollo.

Hasta que desaparecieron los dientes, quizá los ladrones empezaron a robárselos a los vivos y los vivos a empeñarlos para pagar sus deudas.

El oro, para los que no saben, se produce junto a otros elementos importantes en la muerte de las estrellas que por la enorme descarga de energía y radiación modifican las estructuras atómicas cambiando unos elementos pobres en otros ricos y al explotar llegan a lugares como nuestro planeta en su cruda formación. Pues de muertes, el oro; que nace en la muerte de una estrella y por él han matado a millones de personas, animales y recursos naturales. Pero aunque muera la gente, la naturaleza y las estrellas, hay costumbres que se niegan a perecer.

Ya estamos viendo nuevamente a estrellas del espectáculo, no del espacio, llenándose los dientes con oro, platino, piedras preciosas y poniéndose cajas de dientes de muchos kilates para mostrarse en las pasarelas e inauguraciones, exhibiendo con orgullo sus inversiones "orfebreodontológicas" para mostrar riqueza y poder… recuerdo el diamante de Diomedes Díaz como uno de los retornos triunfantes de la joyería oral y como gran ejemplo de que "gente guasca" hay en todas partes, pero eso fue hace como 10 o 15 años.

Miley Cyrus es linda, pero esos dientes
de oro dan qué pensar… y lo del bong
y los videos eróticos, y las borracheras…
Hoy vi en El Tiempo (Fucsia) una galería fotográfica de famosos que se pusieron joyas en los dientes, entre esos Madonna, Rihanna, Selena Gómez y Miley Cyrus. Mi primera impresión fue: "gente guasca hay en todas partes" y "la plata no quita lo mañé", pero tras pensar nuevamente en los orígenes que yo conozco de esa práctica, empecé a preguntarme si esas bellezas de mujeres, a pesar de los atractivas, famosas y adineradas, tienen los dientes más podridos que una letrina medieval.

El bling-bling me ha hecho pensar en que quizá esas mujeres hermosas a quienes les sobra mucho dinero, carecieron de las "visitas del Doctor Muelitas" y sus bocas son como las tumbas del profanador, bóvedas putrefactas que guardan voces de oro y dientes de oro, que ocultan ecosistemas bacterianos que se debaten en luchas por la supervivencia y consumen lentamente la dentina disfrazada de bonita. Pero a mí no me convencen. Aunque Selena Gómez y Miley Cyrus son bonitas, sus dentaduras metalizadas y brillantes me remiten al campesino que cubrió una "muela coca" con la argolla de matrimonio que le heredó la abuela, me recuerdan la conversación que tuve hace poco con un amigo odontólogo, quien nos decía que a veces, por la calidad del hedor que emana la boca de un paciente, él puede diagnosticar el tipo de infecciones que padece y que luego se verifican con pruebas de laboratorio.

"Cochino", dirán mientras leen… cochinos esos que se perfuman sin bañarse o que se remiendan los dientes podridos con oro. Me imagino también si habrá ladrones especializados, como aquél profanador, en asaltar las mansiones de los raperos y las cantantes para robarles sus dentaduras postizas, me pregunto si alguna vez ellas salen con guardaespaldas para evitar, además de manoseos, que de un puñetazo les saquen esas joyas dentales como quizá le sucedió a Mike Tyson, otro ejemplar de esta práctica estética.

Que me digan pasado de moda no me importa, pero encuentro que el bling-bling en la boca es de lo feo que hay y que sin remedio, pienso que esas personas tienen los dientes podridos y que un bostezo les huele a tumba.

ACTUALIZACIÓN: el 18 de septiembre apareció un artículo que advierte sobre algunos risgos para la salud que puede haber en implantarse aplicaciones lujosas. Lea la nota NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO, EL RIESGO DE LOS DIENTES DECORADOS

6 sept 2013

¿Santos tendrá la osadía de ser candidato?

Todo es posible en esta democracia en la que todavía el caudillismo y las formas tradicionales de torcer las normas continúan marcando el proceder político. Esta semana apareció una encuesta en la que se preguntó por la aceptación o rechazo de los personajes que andan olfateando el puesto máximo del país.

El presidente que dejó caer los huevitos de Uribe y que tiene a los peores delincuentes tomando mojitos y fumando habanos, el que se ha hecho el pendejo con el "tumbis" del mar en el archipiélago de San Andrés, el mismo que dejó que el país entrara en muchos paros, ese que no se pronunció cuando Nicolás Maduro y los demás patanes de Venezuela se tomaron el poder en franco fraude… ese mismo, el que ahora cuenta con un vergonzoso 72% de rechazo de los encuestados (porque nunca me preguntan en ninguna encuesta hecha a "los colombianos" y tampoco conozco a nadie que hayan entrevistado), el que olió la paca de marihuana y se sentó en calzoncillos en un apartamento vacío… ese señor que tiene un primo doble que le quiere hacer zancadillas, debe estar pensando seriamente en si se presenta o no como candidato a la presidencia, para ver si repite mandato.

Pero más que él, sus copartidarios deben estar buscando en sus celulares contactos más dignos. El partido de la U tiene un deslucido precandidato y al parecer, no tiene plan B -plan U, mejor-. Quizá se fijen en Germán Vargas Lleras y decidan que JuanMa no va más, pues levantar ese porcentaje de favorabilidad tan malo no se logra ni con una paca de Viagra, ni siquiera si ellos mismos contratan la encuesta con los 12 partidos que representó Maduro… La U no tiene mucho para mostrar y Germán Vargas hasta ahora respetando su palabra está calladito simulando trabajar en la campaña -¡perdón!- la fundación Buen Gobierno de Santos, y él con los demás esperando que Chuky el impopular, acepte que nadie lo quiere otra vez de presidente porque -aunque está muy fresco lo de los paros para haber hecho la encuesta- ha descendido a niveles peores que los que alcanzaron Pastra, Samper y Gaviria.

Como en un barco que naufraga, los tripulantes se van lanzando al agua y quedan dentro unos pocos tratando de tapar los huecos para sobrevivir. Ya se han bajado los conservadores y los liberales, y al ofrecer ministerios, dicen en La Luciérnaga que muy poquitos quisieron aceptarle al presidente un puesto en un gobierno en declive con una campaña de reelección más desacreditada que Amparo Grisales.

Los que están rellenando la piñata son Antonio Navarro Wolff y Enrique Peñaloza, que como es obvio, ven una enorme posibilidad de pelearse el alquiler gratuito en la Casa de Nariño, haciéndole ojitos a Sergio Fajardo y otro paquete de políticos de toda clase de partidos, que como en un perro caliente de "Los Verdes", quieren hacer una coalición en la que se congreguen los grupos descontentos, o sea, casi todos los partiditos medianos, pequeños y de garaje que no quieren ser uribistas ni santistas… y como con en ese perro caliente, se corre el riesgo de que haya tanta cosa revuelta que sea imposible identificar los colores, sabores y texturas y que la mitad de lo que uno paga se caiga al piso en cada mordisco… juntar a Peñalosa y Petro, a Alonso salazar y Robledo (MOIR), más los indígenas, el partido comunista, los cristianos (evangélicos), las minorías negras, la resucitada UP, Marcha Patriótica; no les falta sino que resuciten a Fanny Mickey para que les anime semejante desbarate.

Esa coalición que está formando Navarro va a ser tan inclusiva, tan llena de todo, que si fuera un perro caliente, nadie notaría que falta la salchicha.

Pero volviendo a Santos, pienso que es muy posible que siga adelante con sus intensiones de hacerse reelegir pese a lo impopular de su persona, las obras que no ha realizado, el descache de los paros y ese proceso de paz que carece del apoyo nacional. Santos no tiene verdaderos amigos ni gente que lo quiera, de ser así nunca se hubiera dejado tomar esas fotos posando de "gente normal" ni hubiera abrazado a Maduro, no tiene quién le aconseje adecuadamente así sea para aparentar. Debería hacer como Ratzinger y retirarse antes de que se le empeore el panorama, pero eso no va a pasar. Nací en 1975 y desde que tengo consciencia política no sé de ningún presidente colombiano que haya contado con una de las cualidades más importantes del ser humano: humildad.

No sé porque nunca lo he vivido, pero supongo que el poder seduce y de tal manera que aunque solamente traiga canas, arrugas y "memes" -aparte de un salario gordo y una pensión robusta- los presidentes colombianos y de otros países se agarran como macacos al poder y no lo sueltan porque, dirán ellos, caen a las fauces del tigre. Santos se ha dedicado últimamente a meter la pata y hasta con un cinismo quizá contagiado por los guerrilleros, niega la existencia de los paros (¿y los paras?).

Pero si fue candidata Regina 11, si tuvimos a Wlliam Vinasco, a Mario Gareña, si hubo un torero que quería "helicopterizar" los carros para acabar con los trancones, Juan Manuel Santos perfectamente puede camuflarse entre esta fauna política llena de sapos, gusanos, perros, micos, lagartos y sobre todo, ratas.

Foto tomada de https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEKLyDCSCiDv0I25MLKs8QZfo1-8QVaRwb3UcoTzbKBBc61kalOVuBq153uHHvAmcUMfVfxqDSON1n94we1sVJ-nRNspSzBtMfIdWrvlL8IREWli04eloYmSIrlDB2XNDXNHPXNLhoyqY/s1600/chucky+santos.jpg

La importancia de las comillas


Este titular indica que The Economist mejoró la calidad de vida de Bogotá... debería haber un Economist en las ciudades más pobres del mundo. El pie de foto explica mejor, pero no excusa la ausencia de las comillas o la pereza de buscar una redacción directa
Para mantener la estructura semántica debería ser
The Economist: "mejoró calidad de vida en Bogotá"  o "Mejoró calidad de vida en Bogotá", The Economist; y mejor aún Según The Economist mejoró la calidad de vida en Bogotá o Estudio de The Economist indica mejoría en la calidad de vida de Bogotá.
Si la cuestión era de espacio, da igual, el titular ya estaba tomando dos líneas… aunque si le preguntamos a la RAE, podrán decir cualquier cosa, desde que permitieron setiembre ya les creo muy poco.

3 sept 2013

La legislación antihumanitaria

Cortico:

Leí una nota en El Espectador sobre la prohibición de la Corte Constitucional de incluir extranjeros en las listas de espera para transplantes de organos. En letra seca impiden que los extranjeros reciban tejidos para transplante y que se debe dar prioridad a los nacionales. Yo soy transplantado de ambas córneas, además que he tenido otras cirugías por fracturas y en Canadá los optómetras y oftalmólogos admiran el trabajo que se me hizo en Medellín, les parece una obra de arte.

La Corte, con buena intención pretende dar prioridad a los colombianos, y eso está bien, pero hay personas que pueden necesitar con más urgencia un transplante y en su país de origen no pueden tener el mismo acceso ni calidad que en Colombia; no creo justo ni humanitario que por xenofobia se prive de un servicio médico vital a personas que lo necesiten.

No me hubiera gustado que por ser flaco, o ateo, o metalero o colombiano, se me hubiera privado alguna vez de un servicio médico... veremos si alguna vez estos señores de la Corte necesitan un procedidmiento en Alemania o Estados Unidos y les digan: "Colombiano... esperar de último en fila, no importar si usted morir en dos días, espere, primero americanos"

"Échale semilla a la maraca pa'que suene"

En América del Norte, gracias al fenómeno natural de las estaciones, la construcción de las viviendas debe obedecer a parámetros distintos, que tengan en cuenta el aislamineto térmico, sobre todo en invierno. Por eso es que se construye con base en madera y hierro (aluminios y latas) para las estructuras y con láminas de drywall para las paredes interiores, en los espacios internos se rellena con aislamiento térmico y a veces sonoro, y se pasan todos los conductos hidráulicos y eléctricos.

Tiene muchas ventajas, pero también desventajas

Una de las razones que me llevaron decidir por la compra de la casa en que habitamos, fue el sótano terminado, que a diferencia de las cavernas llenas de telarañas y paredes lamosas; nuestro sótano es un espacio acogedor que integra una sala y dos habitaciones con una sala de baño completa. Es una de las áreas de la casa en la que pasamos más tiempo porque ahí se lava, se seca y se dobla y se aplancha la ropa, ahí está el televisor con todos los aparatos que lo complementan y mi guitarra eléctrica, aunque ya es poco lo que dedico a la música.

En verano es mucho más fresco que el resto de la casa y en invierno un poco más tibio, de todas maneras cuenta con calefacción eléctrica porque el invierno en Montreal es muy frío y muy largo. La calefacción es una resistencia enorme, un radiador que mide más o menos metro y medio de largo, 15 centímetros de alto y 10 de espesor, y está instalada a ras de piso contra la pared que daría hacia el frente de la casa… En verano permanece apagada.

En estos días notamos que debajo de la calefacción había unas virutas de "cartón" y polvo como de ladrillo o cemento blanco y algo de tierra. La primera sospecha cayó sobre el niño, pero no era usual que si él hubiera hecho un reguero fuera en ese punto tan falto de interés, tampoco era lógico sospechar del perro, lo que nos llevó a la teoría menos agradable: ratones.

Decidimos barrer y limpiar el mugre y si en días consecutivos aparecían de nuevo los desechos, definitivamente un ser viviente era el causante de que por arte de magia, aparecieran desperdicios dentro de la casa. Efectivamente cuando el piso había sido barrido dos o tres veces, tras cada amanecer persistían las cositas en el piso y la nueva evidencia fueron restos de caca… de ratón.

Normalmente ellos hacen un huequito para entrar y salir, pero no se veía perforación alguna en la pared, y todo el reguero estaba saliendo por debajo de la calefacción y no había manera que de un ratón pudiera estar pasando por una hendija tan estrecha. Quizá los ratones estaban viviendo dentro de la calefacción apagada en el verano.

Era día de fiesta. Mi esposa y yo nos acercamos a examinar de cerca el área problemática para encontrar el hueco y mientras acercaba mi cabeza, oí unos rasguños dentro de la pared.

"Shhhh" Hicimos silencio total y logramos escuchar con mejor detalle los rasguños del supuesto ratón, pero yo sospechaba de una criatura distinta, algo más poderoso que se interesaba por nuestro sótano: no había comida que robar y esa pared estaba bien lejos de la cocina, a no ser que los túneles ya fueran kilométricos y rodearan todo el barrio, y que además, fueran capaces de perforar las paredes de concreto que separan nuestra casa de las vecinas.

Mi esposa se iba a caminar con el perro mientras que yo me quedaba desmontando el aparato para ver lo que se escondía y poner un par de trampas para cazar al responsable -o los responsables- del daño progresivo en nuestra pared. Me armé de destornillador, una escoba, el recogedor y una linterna. Los tornillos salieron sin mucho esfuerzo y cuando removí el radiador de la pared, apareció la evidencia criminal de un par de huecos: uno casi tan grande como la palma de mi mano y otro que estaba en proceso, donde habíamos oído la presencia maligna de esa criatura.

Otra evidencia mucho más contundente fue la mancha negra en el piso que cubría la calefacción, creada por un guano hediondo y viscoso que por poco me hace perder el sentido cuando aspiré accidentalmente sus vapores diabólicos. Un ratón... no, esto es otra cosa peor, alguna de esas criaturas que se agazapan o que quizá de las que se cuelgan, para aparecer solamente cuando es de noche y huyen de la luz, temía una rata enorme o murciélagos.

Me dispuse a limpiar la porquería y preparar las trampas, pues aunque yo descartaba la ternura de los ratones, cualquier bestia que se atreviera a salir por esos huecos tocaría las trampas, aunque fuera con una pata… o garra.

Mi esposa llegó de su caminata y le mostré la evidencia de los huecos y le expliqué las otras cochinadas que había encontrado. Por desgracia era día de fiesta y todo estaba cerrado, de manera que no teníamos cómo conseguir un veneno para ponerle a los animales que estaban abusando de nuestra pared, nos tocaba nada más confiar en la acción de las trampas.
Hicimos una siesta en familia. Soñé entre otras cosas que escuchaba el chasquido seco de la trampa al atrapar el animal y que iba a revisar la caza. Se trataba de una rata azul, mojada y maloliente, con dientes enormes y cola negra pelada, el cuerpo del tamaño de un Yorkshire Terrier y que gruñía desesperada por el dolor que le causaba la trampa que había atrapado una de sus patas. Me miraba con ojos rojos, rabiosos... gruñía y luchaba para zafarse de la trampa, hasta que tuvo éxito y saltó la calefacción desbaratada para tomar venganza y vino hacia mí… me desperté.

Cuando todos estábamos levantados fuimos a revisar y como hombre que se respete, le dediqué a mi esposa la tarea de mirar primero mientras yo preparaba unos sánduches. Ella en el sótano y yo en la concina: "¿vos pusiste algo debajo de la trampa?" "Nada, solamente le unté la mantequilla de maní… ¿por qué?" "Aquí hay algo, pero no es un ratón" "¿Algo grande o chiquito?" "Chiquito, yo creo que un topo, ¿puede ser un topo?" "Sí, puede ser un topo… comemos y resolvemos eso".

Nos dio un pesar enrome, una tristeza difícil de explicar; pero el topo nos estaba destruyendo la pared… es un animalito tierno, que se ve de pelito negro suave y tupido y con unas manitos perfectas, de uñitas afiladas y dientes fuertes, apenas se le veían unos ojitos diminutos, cerrados. Me hubiera dado pesar también de los ratones, pero más triste ha sido esta manera de conocer un topo.