23 dic 2013

Yo quiero un Jeep con jirafa

Hanukkah o el sol invictus, Navidad. Es una fiesta llena de luces y con significados religiosos y paganos que los estudiosos han observado en los libros y en las calles. Para unos es una época de nostalgia y amargura, como en la canción de Dyango; para otros es una temporada de prosperidad porque son comerciantes, para otros es simplemente una fiesta y para casi todos es la mejor excusa para compartir con la familia y los amigos, para dar y recibir regalos y comer como Dionisios manda.

Para un niño es más simple que eso, es fantasía y deseo que se materializa en un regalo. Unas veces esos deseos nacen en una imaginación loca o en una imagen fugaz, nacen en el bombardeo mediático para hacer antojar a los niños desde un trompo hasta un computador o una motocicleta miniatura… Ese deseo a veces nace mucho antes de que cuelguen la primera bola brillante.

Telebolito
Había, o hay todavía, un centro comercial llamado Capricentro, en Medellín. Allá vendían cosas traídas de Estados Unidos, cuando todavía nuestro país era cerrado y lo bacano se conseguía en San Andrés o Maicao, y en los contrabandos de sanandresito de Maturin y del Diamante. En Capricentro se veían esas cosas que la tía podía traer de Miami y los juguetes soñados por todos los niños, en una época en que no existían los celulares ni las tabletas, cuando apenas empezaba a crearse el mundo de los videojuegos con el Telebolito y luego el Atari 2600.


De San Andrés vino el telebolito y años más tarde el Atari vino de Nueva York, por eso en Capricentro no era eso lo que mirábamos. La oferta era vasta. Por desgracia ese centro comercial estaba fuera del alcance de nuestro presupuesto, todo lo que vendían era exageradamente caro: "venenoso", fue la expresión que conocí y comprendí en esa visita. Recuerdo que una libra de uvas libanesas costaba lo mismo que un par de zapatos del Éxito, y que los zapatos de Capricentro costaban lo mismo que un mercado.

Atari 2600
De salida, vi un jeep con jirafa. Ese fue mi próximo deseo de Navidad y se lo pedía fervorosamente al Niño Dios, cuando mis papás me preguntaron que quería que me trajera el Divino Infante, respondí con ojitos brillantes y una enorme sonrisa: "¡un jeep con jirafa!"

No recuerdo qué me trajo ese año el Niño Jesús, siempre recibíamos juguetes y ropa en abundancia, pero ese año había de todo, menos mi jeep con jirafa. Ensayé dos años más pidiendo simplemente "un jeep con jirafa", no quería nada más que eso… pero mi regalo soñado nunca llegó. Disfruté mucho mis otros juguetes y olvidé el jeep con jirafa, pero cada que se aproximaba la época para pedir los regalos, nuevamente ese juguete perdido en Capricentro encabezaba mi lista, una lista que nos sabíamos de memoria, porque entonces no escribíamos cartas a Papá Noel ni nada de eso, no era necesario… bastaba el contacto extrasensorial con el Niño Jesús… telepatía: él ya sabía qué le estaba pidiendo desde hace dos años.

Jeep con jirafa
Sin embargo, por alguna razón, siempre olvidaba mi jeep con jirafa y me compensaba con otras cosas. Al tercer año desistí de pedir secretamente y a viva voz mi regalo soñado concluyendo que mi carrito era "venenoso" y por eso no llegaba en Navidad. Poco después la fantasía terminó y conocimos el funcionamiento de los sueños navideños. Con esa verdad murieron muchas expectativas y comprendimos que las cosas venenosas o simplemente creadas por la imaginación nunca llegarían a nuestras manos al lado del pesebre. No solamente nosotros… "El Mono" también dejó de pedir a ese Supermán que volaba y tiraba rayos X y Paula ya no pidió más muñecas repollo, pero Juangui sí siguió pidiendo el uniforme completo del Atlético Nacional.

Mi hijo ha pedido una ballena, que según explica, "lo moja a uno con un chorrito". A pesar de que hemos tratado por todos los medios y el uso de la tecnología de saber cuál es esa ballena, no la hemos visto, no es un juguete de bebé que van a encontrar en Google. El Niño Jesús le tiene otras cosas confiando en que esos juguetes y un tremendo libro sobre el cuerpo humano le hagan sentir que la ballena no era tan importante. Yo lo dudo, y espero que si no es Jesús quien se la traiga en Navidad, en otra ocasión pueda recibir su "ballena que lo moja a uno con un chorrito" y que no se sienta ignorado o traicionado por la fantasía.

Ser papá no es fácil… uno quiere darle lo mejor a sus hijos, hacerlos felices sin que pierdan esa condición de niños y sin tirárselos complaciendo todos sus deseos, se trata de un equilibrio delicado y racional que él (y yo) está aprendiendo poco a poco. Fue más fácil el Power Ranger rojo, pero esa es otra historia.

REMATE: mi hijo es feliz en las casas que tienen chimenea, y nos ha dicho varias veces que cuando sea grande va a tener una casa con chimenea. En los almacenes se queda mirando los aparatos que las imitan y ha mencionado que lo que no le gusta de nuestra casa es la ausencia de chimenea. Una vez mientras almorzábamos, hace como uno o dos meses, preguntó: "¿Aquí cómo va a venir Papá Noel si no tenemos chimenea?".

17 dic 2013

7 cosas que Canadá hace mejor que cualquier otro país

Un viejo amigo (que es más joven que yo) y recientemente familiar, me compartió un enlace en Facebook con el fin de que le contara si es cierto lo que en CÑÑ dicen de Canadá, pues la mayoría de las veces que en los medios extranjeros publican algo sobre un país, la mitad es paja, exageración o apenas una vivencia personal o particular.

El artículo titulado "10 cosas que Canadá hace mejor que cualquier otro país" dice que aquí donde vivo hay 10 cosas culturales, naturales o industriales que se hacen mejor que en otra parte del mundo, y una por una voy a describirla desde mi entorno en Montreal y mis vivencias particulares:

1. Disculparse
2. Lagos y "Casas de Campo"
3. Locaciones sustitutas donde se filman películas
4. Aire
5. Humor
6. Chocolates
7. El país del esquí
8. Marca nacional
9. Comida cuando vas de viaje en carretera
10. Términos adorables y frases

1. Disculparse 
Aunque no faltan los atarvanes en todas partes, es muy corriente disculparse por cualquier cosa. Cuando uno se tropieza con alguien en la calle la otra persona también se disculpa. Me ha sucedido que delante de mi va una persona y por descuido se le cae un guante, o un papel o lo que sea. Yo lo levanto y se lo entrego a la persona que dice primero "disculpe" y luego "gracias". Cuando uno hace filas o espera en el teléfono la cortesía es general, por ejemplo en el banco, si uno ha hecho fila un buen rato, el cajero se excusa por la espera en la fila y saluda, aunque él no tenga nada qué ver con el volumen de clientes.
Un pogo es una expresión agresiva de euforia que hacen los asistentes a un concierto de punk o metal (aunque los he visto con música de Maná, ¡pfff!) y en el que los participantes se estrujan mutuamente, saltan, dan vueltas, corren y gritan. Con frecuencia alguien pierde el equilibrio o es empujado por un especimen de 90 kilos y cae al piso. Aquí SIEMPRE levantan al caído con las disculpas de rigor, preguntan si está bien y sigue el pogo (mosh pit en inglés). Les pongo un video muy interesante de cómo es un pogo aquí, de hecho, en ese festival estuve yo, pero si bien recuerdo, mientras ese grupo tocaba me fui a otro lado a empinarme unos tequilas, y esta foto de la izquierda que es un clásico del humor metalero que ilustra perfectamente lo que aquí describo.
Pero no todo es tan hermoso, igual que en cualquier otra parte del mundo, no he vivido la primera vez que alguien se disculpe por un hijuemadre peo hediondo y silencioso, de vez en cuando en una sala al que se le escapa la matraca o el silbato, pero por esos gases asesinos que acechan sigilosamente y conquistan las fosas nasales, nadie se disculpa… nadie se lo atribuye.


2. Lagos y "Casas de Campo"  
Es cierto, y no es de extrañar que el segundo país más extenso del mundo cuente con una geografía rica en recursos hídricos y contamos con ríos enormes como el San Lorenzo y el Hudson, los grandes lagos y miles de laguitos, ríos, quebradas y charcos, existen los fiordos en el (polo) norte y los dos océanos en ambas costas. Hay muchos parques naturales alrededor de las fuentes hídricas y en muchos de ellos se puede ir de vacaciones en cabañas, carpas y trailers. Pero no en todos esos recursos hídricos es posible meterse a nadar o hacer deportes náuticos, pescar, y menos beber. Pueden ser aguas naturales, pero eso no las hace limpias, a veces se encuentran plantas o minerales nocivos para la salud.
En invierno hay personas que se van a pescar a los ríos y lagos congelados "a lo esquimal" haciendo un hoyo en el hielo para meter la varita de pesca y tener acceso a las aguas y la fauna.
El agua es abundante. No sé si ocurre en otras ciudades, pero aquí el consumo de agua lo pagamos diluído en los impuestos, nunca vemos facturas por consumo de agua, que es potable en la ciudad.

3. Locaciones sustitutas donde se filman películas  
No solamente aquí se filman muchas películas en los paisajes campestres sino que en la ciudad se ven de vez en cuando los equipos técnicos en sus rodajes. No se puede comparar con Nueva York, donde hacen casi todas las películas de Hollywood, pero cuando los realizadores necesitan paisajes bonitos "como de rompecabezas" visitan este país. Además la industria está muy desarrollada porque desde 1939 existe la Oficina Nacional de Cine que regula todo lo concerniente a la producción cinematográfica pública y ha influido fuertemente en la industria comercial argumental y documental. Sin embargo, por los paisajes, cada día se vuelve más popular Nueva Zelandia.

4. Aire  
También es cierto que aquí tenemos el privilegio de tener aire poco contaminado. Las ciudades canadienses son en términos generales muy limpias, no solamente el aire. Montreal es una ciudad en una isla sobre el río San Lorenzo y aún así es mucho más limpia que otras islas urbanizadas como Manhattan, limpia en su aire, su suelo y su paisaje, con menos ruido y menos estorbos en la calle. He conocido también Boston, Orlando, Panamá, Quebec y Ottawa, y Montreal sigue siendo más limpia. Aunque si vienen por estos días, las calles están llenas de los residuos de nieve y mugre. El aire es tan limpio que yo puedo usar mis lentes de contacto por tiempo prolongado, mientras que en Medellín, seis horas con ellos son una tortura, como si estuviera picando cebolla. Ni hablar del campo, cuando uno visita esos parques naturales es un viaje al pasado, cuando no había gente llenando el mundo de porquería.
Tiene que haber un sitio, pero no tengo ni idea a dónde van a parar las basuras de Montreal, creo que las incineran lejos. Pero a pesar de que el aire es limpio, en primavera se levanta un olor a mierda con cilantro, gracias a que en los alrededores campestres comienzan las siembras de cultivos que son abonados con… ¿mierda con cilantro?

5. Humor
En el artículo citado mencionan algunos comediantes del cine norteamericano que nacieron en este país y puedo agregar que en Montreal contamos con un festival del humor del cual muchos de ustedes han visto "cámaras escondias", se llama Just for Laughs y ocurre en verano. Para mi gusto, cada año es peor porque hay menos eventos gratuitos en inglés, el humor en francés es un poco diferente y exige más conocer la cultura autóctona.
Decir que Canadá produce el mejor humor por tener varios nacionales en comedias de Hollywood es muy discutible. Me atrevo a decir que todos los países son buenos en humor para la cultura que les corresponde, simplemente que no tenenmos acceso a entender lo que a otras culturas les parece gracioso, pues reir es una de las características que nos diferencian de los animales, exceptuando a Cesar Camacho, mi profesor de Español en 9ºH, quien solamente rió cuando sentenció a mi hermano a ser expulsado del colegio.

6. Chocolates 
Aquí sí que se peló el articulista de CÑÑ porque entre los chocolates que cita, está Aero, cuyo gusto y textura pueden ser clasificados como "chichipatos", es un chocolate relleno con burbujas de aire. Distinto es que a algunos estadounidenses les parezca exótico, pero decir que la calidad del chocolate comercial canadiense es superior a la de todos los países, es una afirmación no solamente atrevida, sino vestida de mucha ignorancia. No soy chocolatólogo, pero por fortuna he tenido ocasiones en que me regalan chocolates daneses, suizos, franceses y suecos y son dulces llenos de sabor y textura, ricos en "colores" y aromas, bien empacados y que da un enorme gusto comérselos. Inclusive los Garoto compiten con lo que se produce aquí en calidad, porque no los he visto hasta ahora en este mercado.
Ese periodista no ha tenido la oportunidad de comerse una Chocolatina Jet

7. El país del esquí 
Con respecto a esto no puedo decir ni "mu", porque no sé nada de esquí y no me han dado ganas de aprender a esquiar

8. Marca nacional
Es uno de los pocos casos en los que el emblema nacional se convierte en marca comercial del país y con esa hojita roja de arce se puede identificar fácilmente cualquier producto relacionado con Canadá. Todas las agencias gubernamentales obedecen el uso de la bandera y muy frecuentemente los productos que orgullosamente son canadienses utilizan la hoja de arce para incluírla en sus logotipos, yo mismo he diseñado logos con esa hojita. Es el árbol nacional y con esa hoja se ve de todo y es verdad que los canadienses la portan con orgullo para mostrarle al mundo de dónde son. Quizá el geólogo canadiense, Jernoc Wobert, que estuvo en poder de la guerrilla en 2013, llevaba muy visible su símbolo patrio en alguna parte como fanal para ser recogido por los insurgentes; ellos, los canadienses, creen que en todas partes del mundo se puede andar tan tranquilo como aquí siendo muy canadiense.

9. Comida cuando vas de viaje en carretera
"Cuando encontremos un chuzo o un estadero paramos", era una frase que oíamos siempre que nos daban ganas de orinar o de cosas más complicadas. A veces pasaban horas sin ver el chuzo ni el estadero y no había más remedio que orillar el carro con riesgo de caer en la cuneta para que los niños pudiéramos aliviar nuestras cargas fisiológicas, aún si se trataba de sólidos.
El sistema vial canadiense está bien desarrollado y continúa en mejoramiento. Una de las principales rutas es la 40, la autopista transcanadiense, que cruza este enorme país de un costado a otro. Esa es la vía que hemos tomado para ir a Ottawa, la región de Mil islas, Toronto, Quebec y otras ciudades intermedias, y como señala el artículo cuenta con paradas frecuentes en las siempre podemos encontrar al menos un Tim Hortons acompañado de otros comederos rápidos como KFC, Subway, Wendy's, MacDonald's, A&W, Pizzas, comida italiana, china, sushi, etc. Y servicios sanitarios por lo general en buen estado en los que se puede aprovechar para aligerar la tensión del viaje. Uno puede viajar tranquilo porque siempre encuentra dónde comer o sacar su canasta de pic-nic, pegarse la meadita, tanquear el carro y a veces, preguntar por información turística.

10. Términos adorables y frases
Este es otro descahce en esta lista de las diez cosas que hace mejor Canadá. Tal vez quien escribió no tuvo el tiempo o no tuvo quién le explicara que aquí, a pesar de que se piden disculpas, hay montones de términos soeces para referirse a lo que sea, como en cualquier parte del mundo. Él menciona algunos modismos que le parecen tiernos, pero en todas partes tenemos eso sin necesidad de ser canadienses. Una cosa que no tuvo en cuenta el periodista es que este país es en principio bilingüe y en francés también existe un compendio de eufemismos y groserías que ni los mismos franceses entienden porque se necesita conocer la cultura quebequense y como sucede en cualquier transferencia lingüística, las expresiones canadienses están llenas de palabras del francés y el inglés que invaden la otra lengua, y que la propia historia cultural ha acuñado palabras "decentes" como insultos o groserías, por ejemplo… ah, no, esa es otra historia.

10 dic 2013

Metallica en la Antártida: Trapped over ice

"Metallica en la Antártida

El 8 de diciembre de 2013, la banda Metallica realiza un concierto para «concientizar sobre la importancia de la Antártida para el planeta», en la Base Antártica Carlini. Fue para aproximadamente un centenar de asistentes; también fueron convocados asistentes de bases cercanas como: Uruguay, Chile, Polonia, Corea del Sur, Rusia, Brasil y Alemania. El recital fue sin usar amplificadores y se utilizó un riguros protocolo sobre impacto ambiental."

Con esa presentación, Metallica se convierte en el primer artista en presentarse en todos los continentes del planeta. En un grupo de Facebook hubo comentarios positivos y negativos al respecto, los negativos llenos de sorna y nostalgia por los músicos que ya no están, aparecieron memes que ironizaban con Master of Penguins, Freeze 'em all y cosas por el estilo, imágenes "fotoshopiadas" de Lars Ulrich congelado y pinguinos y focas metidos en el pogo (mosh pit). Hubo comentarios sobre la pobreza del sonido y la baja asistencia al concierto.

La Antártida es un continente enorme que permanentemente está congelado y con un acceso difícil, extramadamente solitario (Densidad de población de menos de 0,1 habitante por km², o sea que a duras penas en 10 km² vive una persona), poblado por una comunidad científica y militar y la infraestructura no es tan desarrollada como la de, que diré yo… Bogotá o Montreal. Ese espectáculo no es un concierto cualquiera, fue una cuestión de propaganda para hacer visible la importancia del polo sur y atraer la atención de curiosos (como yo) sobre el continente que tiene todas las horas del mundo. Es un comercial de Coca-Cola Zero de una hora y 15 minutos, protagonizado por Metallica, los asistentes y el paisaje veraniego del polo sur.

Esos criticones, son de los que critican por criticar sin haberse informado y sin tener criterio de juicio. He escuchado el concierto y aunque es cierto que el sonido no tiene la potencia de un espectáculo con estadio lleno, tiene la limpieza necesaria para darnos cuenta de que Metallica, a pesar de sus detractores, es un grupo con excelente calidad y no necesita de trampas ni mejoras digitales para hacer lo suyo, un equipo básico y bastantes paneles solares hicieron el trabajo.

Como video no hay mucho que ver, solamente los músicos tocando y la gente divirtiéndose con ellos bajo un domo, como si estuvieran viendo un artista callejero que hace su trabajo por una cuántas monedas -que no fueron unas cuántas, supongo-. No hay efectos especiales ni pólvora por el respeto que debió guardarse con una de las regiones más sensibles y críticas del planeta. No hay vallas que separen a los artistas de los espectadores ni tarimas que endiosen a Metallica y obliguen a levantar el cuello y empinarse. Como video se debe decir que está muy bien producido, pues a pesar de la parquedad, es entretenido.

Y aquí es donde viene mi tesis: las críticas son de los envidiosos que no han tenido la oportunidad de estar tan cerca de una de las bandas más importantes e influyentes en la historia del Heavy Metal. Conozco a muchos que venderían a su mamá para poder estar así de cerquita de ellos y no sé hasta que punto los beneficiados con esta táctica publicitaria sean seguidores del grupo o al menos sepan quiénes son… mucha gente quiere estar ahí a ras de piso moviendo la cabeza y coreando con James Hetfield: "master, master". Yo soy uno.

Se alcanza a ver algunos personajes anónimos que disfrutan el asunto, y otros que parecen los extras de El Chavo, que se nota que no sabían nada de Metallica, pero para quienes a partir de esa noche, tendrán una experiencia inolvidable, independientemente de que fueran fanáticos o no. Y esos que sabían sobre el grupo, podrán alardear que estuvieron bajo ese pequeño domo cantando y brincando con Metallica en el primer concierto polar de la historia.

Un tirano en la casa

El tema por mucho tiempo es la destitución de Gustavo Petro como alcalde mayor de Bogotá, por parte de Alejandro Ordóñez, procurador general de Colombia.

Petro nunca me ha caído bien, empezando por sus orígenes guerrilleros y la petulancia que siempre lo ha distinguido. Pero no se puede desconocer que es un tipo inteligente, aunque la soberbia no le permitió ver un montón de zancadillas que él mismo se hizo por obstinado y no sé decir por qué, nunca tuvo un equipo de gobierno sólido que le ayudara a manejar una ciudad que no ha podido pararse desde el desastrozo paso de Lucho Garzón.

De su gobierno hubo cosas que pueden destacarse como "buenas", entre otras la determinación de servir el mínimo vital de agua a la gente pobre, el respeto por la diferencia y la tolerancia a la libertad sexual, la supresión de las corridas de toros y la defensa de los animales, incluidos los caballos de tiro. Pero Gustavo Petro dio papaya, y bien grande y madura con el asunto del modelo de recolección de basuras.

Esa fue la razón para que Alejandro Ordóñez, el procurador que predica los dogmas católicos desde su cargo público, le buscara la caída hasta tumbarlo, y no solamente eso, sino, matarlo políticamente con la inhabilidad para ocupar cargos públicos por 15 años.

Aparte del debate sobre la pésima alcaldía de Petro se encienden las luces sobre un tema que ha pasado de agache. El omnipotente procurador.

Este no es el primer caso de alcalde destituído, en su segundo reinado van más de 300 alcaldes y 30 gobernadores removidos de su cargo por cuenta de Ordóñez, y con seguridad que todos esos funcionarios han hecho méritos para ser sacados de los cargos por la puerta de atrás. En principio es positivo que exista un ente que vigile y sancione a los funcionarios pícaros.

Pero a raíz de la "basura de Petro" -para hacerle un paralelo al florero de Llorente- se ha notado el terrible daño que los poderes extralimitados de la procuraduría hacen a la democracia. Cuando uno de esos alcaldes o gobernadores es destituído la Registraduría debe organizar improvisadamente nuevas elecciones para reemplazar al líder del descabezado gabinete, eso traerá candidatos igualmente improvisados de dudoso pelambre que deberán continuar el plan de gobierno de su antecesor, y me atrevo a asegurar que en ninguno de los casos, ha sucedido así, y en Bogotá no será la excepción. Obras y planes inconclusos, planes de desarrollo y presupuestos sin ejecutar que hacen un gran daño a la ciudad y a los municipios que se han visto sin alcalde. ¿Por qué? Pues porque los nuevos elegidos normalmente son de la oposición.

A la nación le cuesta una plata organizar esas elecciones, es decir, a usted que paga impuestos o que deja de beneficiarse en otros ámbitos porque una vena rota del presupuesto nacional se chorrea en nuevas elecciones de alcaldes y gobernadores descabezados. Habría que preguntarle a Aníbal Cardoso Gaitán, el registrador nacional, cuánto dinero se ha tenido que gastar -porque no es invertir- en elecciones improvisadas desde que Ordóñez se dedica a tumbar funcionarios electos por voto popular, así como Torquemada quemaba gente por sospecha de brujería, y así como los nazis mataban a miles por pertenecer a cierta etnia o religión. La comparación es exagerada, pero se me ocurrió que para este señor es fuente de placer eliminar a los pícaros y sancionar como repartiendo látigo.

Habría que poner en una balanza el peso de ese dinero que se gasta la Registraduría y en el otro plato, los dineros o perjuicios que esos destituídos han causado. ¿Será más costosa la cura que la enfermedad? Yo no sé, pero me queda la duda y ahora que se avecinan por fuerza elecciones en la ciudad más grande de Colombia, ese platico de la balanza se va a colgar más abajo, habrá que preguntar y calcular si esas elecciones capitalinas no serán más caras que los contratos mal hechos para la recolección de basuras y las volquetas viejas que compró Petro, habrá que mirar como gobierna el sucesor y sopesar si la semana de porquería que provocó Petro es peor que los daños y omisiones que vienen.

Otro factor peligroso es la herida que este tipo de decisiones hace al sistema de elección popular. No tiene sentido que los funcionarios elegidos por voto sean destituídos a dedo. Para bien o para mal, esos alcaldes y gobernadores fueron elegidos por los ciudadanos y deberían ser los ciudadanos quienes decidan, como se ha intentado, revocar el mandato de quien no cumple sus promesas o no satisface con su desempeño. Distinto es cuando el alcalde francamente comete delitos, como Samuel Moreno o el tal Quico Gómez, donde actua la rama judicial y no un organo administrativo disciplinario.

He dicho que si los bogotanos estaban aburridos con Petro se lo merecían porque votaron por él, que no todos votaron por él, pero los que no lo querían no fueron suficientes para elegir a otro candidato o no quisieron levantarse de sus camas un domingo para ir a sufragar, así fuera contra el exguerrillero.

En la mesa queda el amargo sabor de esa pelea tácita entre las ideologías de izquierda y las de derecha. Es muy difícil demostrar la persecusión política contra Petro porque, como dije, dio papaya, lo investigaron, encontraron méritos y lo destituyeron con muerte política. Aunque no creo que el procurador renuncie, ni que lo saquen (porque todo el mundo le tiene miedo a una investigación), cualquier otro personaje que ocupe ese cargo, sea liberal o conservador, uribista o santista, negro, marica, torero, estrella de rock jubilada o el que sea… va a tener omnipotencia para investigar y sancionar prácticamente a todo el mundo.

La procuraduría es un instrumento de control que se ha degenerado en un adefesio contra la democracia, quien ocupe ese cargo será por ley un tirano local que podrá joderle la vida a quien lo mire feo, cuenta con todos los instrumentos legales y la fuerza financiera para perseguir a todo el que sea sospechoso de brujería. Aunque no gobierna, puede controlar al gobierno con solamente una mirada, un guiño que dice "te estoy observando, te tengo en la mira", puede legislar e imponer al congreso que modifique las leyes según su conveniencia… es una especie de monarca.

Finalmente quiero dejarle este trozo de texto en el que ustedes leerán lo que dice la Constitución sobre el ministerio público. No me crean a mí, no le crean a Petro, no le crean a Ordóñez. Lean la constitución, miren las noticias, pongan todo en contexto y saquen sus propias conclusiones.

REMATE: Alejandro Ordóñez es un personaje de esos que ya se supone que no existe, pero lo más increíble, es que sé de muchas personas que he creído inteligentes y modernas que se identifican con él.

5 dic 2013

Maduro ya no duerme porque juega Candy Crush

Verificar esta información me queda difícil. Además de que per se es casi imposible de creer que un presidente de un país reconocido por organismos internacionales sea capaz de, primero que todo, confesar que es adicto al Candy Crush; en segundo lugar, echarle la culpa a Estados Unidos; en tercer lugar involucrar a Cristina (¿Fernández de Kirchner?); y en cuarto lugar ofrecer petróleo a cambio de vidas de candy crush.

Me da mucha tristeza por Venezuela aunque no tengo parientes ni amigos que vivan allá. Es una especie de dolor humano, de congoja social. He dicho muchas veces una frase robada de un pensador cuyo nombre he olvidado, que todo pueblo se merece a sus gobernantes; eso aplicado en la antigüiedad y la modernidad. Pero en el caso de Nicolás Maduro y Venezuela, piensa uno que ni siquiera una nación analfabeta podría amañarse con un nemátodo como este cuyas características fisionómicas del aparato fonatorio asemejan a la funcionalidad del esfinter anal.

Dicho en un lenguaje coloquial -y me perdonarán las beatas si es que me leen- este tipo cada que abre la boca, la caga… como en algunos nemátodos es difícil reconocer a simple vista si el orificio es la boca o el culo, porque todo su producto se resume en mierda.

Lo peor no es que Nicolás Maduro dedique gran parte de su vida a jugar Candy Crush, sino que todo lo que dice trae consecuencias en el destino de la nación que está llevando al abismo. Ya vimos como mandó a saquear cadenas de almacenes y cómo regala petróleo a esos países "amigos". No es de extrañarnos que de verdad cambie el crudo por vidas de un jueguito y le eche la culpa a la CIA… por curiosidad averigüé si el sabido juego es gringo y encontré que la casa matriz que lo produce cuenta con colaboradores y oficinas en Londres, Hamburgo, Estocolmo, Malmö, Barcelona, Malta, Bucarest y San Francisco. Si Maduro se entera de esto, no nos ha de extrañar que quiera organizar una guerra mundial para apoderarse ilícitamente de las vidas que necesita para superar los niveles que ha perdido, se aliaría con China e Irán, tal vez Corea del Norte, y su única paga a costa de vidas de millones de personas serían las vidas falsas del juego.

En Venezuela encontramos que la realidad siempre supera la ficción y que mucho más lejos que la imaginación, la estupidez general en cabeza de su presidente, no tiene límites. Sé, quiero conservar la fe en ello, que el país hermano está poblado por gente educada e inteligente, que tiene ganas de sacar su patria adelante, de personas trabajadoras y cultas que bien podrían gobernar a Venezuela.

Pero las dictaduras, los regímenes teocráticos, las monarquías y el socialismo del siglo XXI necesitan mantener a su pueblo hambriento, enfermo e ignorante para ofrecerles migajas de productos y servicios gratis y garantizar que gracias a la desidia social, se mantengan en el poder. Venezuela es un país rico en recursos naturales, pero vive una escasez rampante. Esta semana Transparencia Internacional publicó los índices de corrupción en los que Venezuela se lleva un deshonroso puntaje de 19 (donde 100 es transparencia total) y destaca entre los países más podridos por los ladrones y chanchulleros, comparte esa casilla con Burundí, Chad y Haití, entre 178 países Venezuela cae al puesto 170*.

Mientras los gobernantes, no solamente Nicolás Maduro, puedan garantizar un pueblo pedigüeño y perezoso, lograrán encubrir la corrupción y los beneficios personales que aporta para ellos y otros gobernantes, no se nos olvide que de la estupidez de Hugo y Nicolás se nutren otros países como China, Cuba, Argentina, Bolivia, Nicargua e Irán, Venezuela es como una marrana gorda con muchas tetas que alimenta a los chanchitos ajenos mientras que los propios reciben el cagajón. Y esos chanchitos ajenos hacen lo mismo: mantienen a su pueblo hambriento, enfermo e ignorante. Así se crea un círculo vicioso en el que la corrupción no produce y crea escasez, que produce probreza, en la que los pobres son pobres porque no hay trabajo y no hay trabajo porque nadie quiere trabajar… "para qué trabajar si el comandante me da la comida, el techo y la salud…" En ese círculo vicioso el control de la información es fundamental para hacer que la rueda gire sin cesar.

En los medios de comunicación solamente se publica lo que el gobierno diga, aunque sean puras pendejadas, y todos las demás intentos de contradicción son eliminados, silenciados y censurados. Sin información distinta no hay oposición, y sin oposición no hay forma de cambiar ni el gobierno ni las normas que rigen al país. Esto de Candy Crush a simple vista parece otra estupidez más de un tipo que montaron como presidente gracias a las palabras del dictador moribundo, pero connota el estado de profunda corrupción del país de Bolívar. No sé qué es peor, si un presidente que hable de jueguitos de Internet en vez de resolver los problemas de fondo o un tirano como Bashar Al-Assad, es como comparar al bufón con el rey, pero ambos tienen el poder de hacer lo que les da la gana.

No soy creyente, pero cada vez que veo este tipo de noticias sobre Venezuela me inclino a pensar que de verdad pueden existir los milagros, o antimilagros mejor, porque no es posible que un país de 30 millones de habitantes mantenga a un especimen como este en la presidencia, tal vez es verdad que Hugo Chávez es un espíritu con forma de pajarito o caballo que hace antimilagros, y Nicolás Maduro Presidente es su obra maestra.

REMATE: Si usted es uno de esos nuevos viciosos y no le da vergüenza, piense que comparte una afición con el emblema número uno de la estupidez universal.

*Consulte aquí el reporte completo de Transparencia Internacional

2 dic 2013

Lo mataron por papeleta

A un menor de edad, que pudo haber tenido tres años o 17, aparentemente lo asesinaron en Bello porque estaba tirando papeletas (ver noticia). Para los que no saben, Bello es un municipio del Valle de Aburrá, en Antioquia (Colombia) y papeletas son unos artefactos explosivos de cartón de forma triangular, de una pulgada y media cada lado (más o menos), con mecha corta que producen ruido sin luces.

Este evento triste es la ilustración de dos cosas terribles que pasan en mi país y por las que las autoridades no hacen nada:

  1. Los asesinatos por cualquier pendejada, como robar 200 pesos, un celular, no bajar el volumen de la música o ponerse una camiseta de un equipo de fútbol.
  2. El uso indiscriminado de pólvora sin control
Imagen de la campaña contra la pólvora
de la Alcaldía de Medellín en 2011
Pero las cosas no eran así antes. Yo crecí, como mucha gente, en la era del peligro y de los sobrevivientes milagrosos. En esa época los carros no tenían cinturones de seguridad ni airbags, a los niños nos sentaban atrás sin sillas especiales ni artefactos de restricción… sacar la cabeza por la ventana era un placer enorme aún tras la advertencia de: "se la va a cortar un bus".

En esa época también había peligros y daños que hoy son inadmisibles, como los fumadores en hospitales y colegios delante de enfermos y niños; muchas veces el médico fumaba mientras le hacía a uno una auscultación y los profesores prendían sus pitillos mientras nos enseñaban a ser gente de bien.

Antes la pólvora era un elemento común en temporada decembrina, pero muy lejos de las tales alboradas, que no sé desde cuándo se las inventaron como tradición para no dejar dormir a nadie, quemar gente y gastar plata a lo mafioso. Cuando era niño nos daban a quemar pólvora para niños, ¡porque había pólvora para niños! Y la quemábamos a veces con supervisón de los adultos y otras clandestinamente con los amiguitos.

Era habitual recorrer las salidas de Medellín en busca de los polvoreros en La Estrella, Caldas o Sabaneta; y hacer un mercado con voladores, pabellones, papeletas, silbadores, pilas (volcanes), hongos chinos, ruedas y para los niños: chorrillos, totes, chispitas mariposa, gotas chinas y sopladoras. Para los más pobres: esponjilla de acero, cabulla y fósforos.

Nunca me quemé… bueno, no gravemente, como todos los curiosos toqué una chispita mariposa o la carcasa vacía de algo que recién explotaba. Pero la historia de los quemados es una cosa de nunca acabar, en esa época cuando uno iba a cine, uno de los cortos del principio era un "noticiero" español (creo) que proyectaban para que uno se enterara de lo que sucedía en otras partes del Globo, se llamaba El Mundo al Instante. En esos cortos, no olvido jamás uno en el que mostraban cómo se hacían los injertos de piel a niños quemados con pólvora. Tengo las imágenes en la cabeza, pero no recuerdo de dónde eran esos niños, quizá colombianos.

Aunque recuerdo con cariño y alegría esas tiradas de pólvora, hoy no sería capaz de ofrecerle ni un tote a mi hijo. No estaría dispuesto a enseñarle a manipular esas cosas -aunque en mi tiempo fui muy diestro- porque hay cosas que es mejor no hacer en la vida. Por fortuna vivimnos en un país en el que la pólvora es cosa de las autoridades en fiestas especiales y la prohibición del uso particular es severa.

En Medellín también está prohibida la pólvora, pero por arte de mafia en todos los barrios aparecen esos que siguen mercando fuera de la ciudad y hasta mandan a traer artefactos del exterior por el "correo de las brujas". Todo el mundo oye los petardos casi que 24 horas pero nadie sabe de dónde salen. En todos los barrios hay una ventanita donde cuelgan una hojita de cuaderno donde se lee "se venden cremas de tomate de árbol" y hay otra ventanita donde venden pólvora, tal y como la compraba yo de niño en el barrio Córdoba a cinco pesos la docena de chorrillos o la planilla de totes… yo prefería los chorrillos.

Al menos algo de ética tenían los polvoreros de entonces, pues a nosotros solamente nos vendían chorrillos y totes, y las chispitas mariposa las compraba uno en cualquier parte, en almacenes Éxito se hallaba en la sección de detergentes, antes de llegar a los raticidas e insecticidas.
Pienso en toda la gente que ya no puede tener paz en sus casas de cuenta de la bulla de la pólvora, y los animalitos muertos o que abandonan sus nidos y madrigueras y me da pesar, porque no hay nada qué hacer.

En estos días una amiga hizo circular una petición para que en todo el territorio colombiano se prohiba la pólvora, con ocasión de la aterradora y aborrecible alborada. Aunque yo firmé la petición y estoy completamente de acuerdo, no creo que aún prohibiéndola en todas partes se acabe con semejante tradición mal arraigada en nuestra cultura, que coge cada vez más vuelo y más víctimas, aparte de los quemados, ya empezaron a matar gente por eso; y el ejemplo para los niños ¡es pésimo! Se pueden convertir en pirómanos como yo que a los 12 años hice un incendio en mi casa, pero esa es otra historia.