El tema por mucho tiempo es la destitución de Gustavo Petro como alcalde mayor de Bogotá, por parte de Alejandro Ordóñez, procurador general de Colombia.
Petro nunca me ha caído bien, empezando por sus orígenes guerrilleros y la petulancia que siempre lo ha distinguido. Pero no se puede desconocer que es un tipo inteligente, aunque la soberbia no le permitió ver un montón de zancadillas que él mismo se hizo por obstinado y no sé decir por qué, nunca tuvo un equipo de gobierno sólido que le ayudara a manejar una ciudad que no ha podido pararse desde el desastrozo paso de Lucho Garzón.
De su gobierno hubo cosas que pueden destacarse como "buenas", entre otras la determinación de servir el mínimo vital de agua a la gente pobre, el respeto por la diferencia y la tolerancia a la libertad sexual, la supresión de las corridas de toros y la defensa de los animales, incluidos los caballos de tiro. Pero Gustavo Petro dio papaya, y bien grande y madura con el asunto del modelo de recolección de basuras.
Esa fue la razón para que Alejandro Ordóñez, el procurador que predica los dogmas católicos desde su cargo público, le buscara la caída hasta tumbarlo, y no solamente eso, sino, matarlo políticamente con la inhabilidad para ocupar cargos públicos por 15 años.
Aparte del debate sobre la pésima alcaldía de Petro se encienden las luces sobre un tema que ha pasado de agache. El omnipotente procurador.
Este no es el primer caso de alcalde destituído, en su segundo reinado van más de 300 alcaldes y 30 gobernadores removidos de su cargo por cuenta de Ordóñez, y con seguridad que todos esos funcionarios han hecho méritos para ser sacados de los cargos por la puerta de atrás. En principio es positivo que exista un ente que vigile y sancione a los funcionarios pícaros.
Pero a raíz de la "basura de Petro" -para hacerle un paralelo al florero de Llorente- se ha notado el terrible daño que los poderes extralimitados de la procuraduría hacen a la democracia. Cuando uno de esos alcaldes o gobernadores es destituído la Registraduría debe organizar improvisadamente nuevas elecciones para reemplazar al líder del descabezado gabinete, eso traerá candidatos igualmente improvisados de dudoso pelambre que deberán continuar el plan de gobierno de su antecesor, y me atrevo a asegurar que en ninguno de los casos, ha sucedido así, y en Bogotá no será la excepción. Obras y planes inconclusos, planes de desarrollo y presupuestos sin ejecutar que hacen un gran daño a la ciudad y a los municipios que se han visto sin alcalde. ¿Por qué? Pues porque los nuevos elegidos normalmente son de la oposición.
A la nación le cuesta una plata organizar esas elecciones, es decir, a usted que paga impuestos o que deja de beneficiarse en otros ámbitos porque una vena rota del presupuesto nacional se chorrea en nuevas elecciones de alcaldes y gobernadores descabezados. Habría que preguntarle a Aníbal Cardoso Gaitán, el registrador nacional, cuánto dinero se ha tenido que gastar -porque no es invertir- en elecciones improvisadas desde que Ordóñez se dedica a tumbar funcionarios electos por voto popular, así como Torquemada quemaba gente por sospecha de brujería, y así como los nazis mataban a miles por pertenecer a cierta etnia o religión. La comparación es exagerada, pero se me ocurrió que para este señor es fuente de placer eliminar a los pícaros y sancionar como repartiendo látigo.
Habría que poner en una balanza el peso de ese dinero que se gasta la Registraduría y en el otro plato, los dineros o perjuicios que esos destituídos han causado. ¿Será más costosa la cura que la enfermedad? Yo no sé, pero me queda la duda y ahora que se avecinan por fuerza elecciones en la ciudad más grande de Colombia, ese platico de la balanza se va a colgar más abajo, habrá que preguntar y calcular si esas elecciones capitalinas no serán más caras que los contratos mal hechos para la recolección de basuras y las volquetas viejas que compró Petro, habrá que mirar como gobierna el sucesor y sopesar si la semana de porquería que provocó Petro es peor que los daños y omisiones que vienen.
Otro factor peligroso es la herida que este tipo de decisiones hace al sistema de elección popular. No tiene sentido que los funcionarios elegidos por voto sean destituídos a dedo. Para bien o para mal, esos alcaldes y gobernadores fueron elegidos por los ciudadanos y deberían ser los ciudadanos quienes decidan, como se ha intentado, revocar el mandato de quien no cumple sus promesas o no satisface con su desempeño. Distinto es cuando el alcalde francamente comete delitos, como Samuel Moreno o el tal Quico Gómez, donde actua la rama judicial y no un organo administrativo disciplinario.
He dicho que si los bogotanos estaban aburridos con Petro se lo merecían porque votaron por él, que no todos votaron por él, pero los que no lo querían no fueron suficientes para elegir a otro candidato o no quisieron levantarse de sus camas un domingo para ir a sufragar, así fuera contra el exguerrillero.
En la mesa queda el amargo sabor de esa pelea tácita entre las ideologías de izquierda y las de derecha. Es muy difícil demostrar la persecusión política contra Petro porque, como dije, dio papaya, lo investigaron, encontraron méritos y lo destituyeron con muerte política. Aunque no creo que el procurador renuncie, ni que lo saquen (porque todo el mundo le tiene miedo a una investigación), cualquier otro personaje que ocupe ese cargo, sea liberal o conservador, uribista o santista, negro, marica, torero, estrella de rock jubilada o el que sea… va a tener omnipotencia para investigar y sancionar prácticamente a todo el mundo.
La procuraduría es un instrumento de control que se ha degenerado en un adefesio contra la democracia, quien ocupe ese cargo será por ley un tirano local que podrá joderle la vida a quien lo mire feo, cuenta con todos los instrumentos legales y la fuerza financiera para perseguir a todo el que sea sospechoso de brujería. Aunque no gobierna, puede controlar al gobierno con solamente una mirada, un guiño que dice "te estoy observando, te tengo en la mira", puede legislar e imponer al congreso que modifique las leyes según su conveniencia… es una especie de monarca.
Finalmente quiero dejarle este trozo de texto en el que ustedes leerán lo que dice la Constitución sobre el ministerio público. No me crean a mí, no le crean a Petro, no le crean a Ordóñez. Lean la constitución, miren las noticias, pongan todo en contexto y saquen sus propias conclusiones.
REMATE: Alejandro Ordóñez es un personaje de esos que ya se supone que no existe, pero lo más increíble, es que sé de muchas personas que he creído inteligentes y modernas que se identifican con él.
Bien lo dijeron en un Tweet por ahí... Petro fue destituido por una "Basura"...
ResponderBorrarLas actuaciones de los funcionarios públicos deben ser juzgados no porque comulguen o no con nuestras creencias y pensamientos, sino porque comulguen con la ley. Por ello, me parece que tildar de tirano al Procurador por tomar decisiones que se fundamentan en hechos, no es solo exagerado sino parcializado y se podría decir que hasta mezquino.
ResponderBorrarLos hechos muestran de manera contundente que el Procurado ha destituido gente de derecha e izquierda cuando se considera que existen las pruebas para hacerlo más allá de los gustos políticos que cada cual es libre de tener, no olvidemos las destituciones de Sabas Pretel, Fernando Londoño, y de Andres Felipe Arias todos ex Ministros y furibundos uribistas, el llamado público de atención a Juan Manuel Santos por maquillar la participación en política en las convenciones Liberal y de la U, y la destitución del Superintendente Financiero que se hizo de la vista gorda en el caso de Interbolsa nos obliga a que la discusión sobre la destitución de Petro debería llevarse dentro de las sanas proporciones de si hay hechos que ameriten el castigo impuesto, y esa debería ser la discusión.
No se pueden negar los logros de Petro, la pregunta sería ¿sus logros le permiten hacer lo que quiera sin importar la ley?, ¿la ley no aplica cuando se es un Alcalde de un movimiento político específico?, no es solo el tema de basuras, es el plan de ordenamiento territorial y muchas otras decisiones donde se atropellaron las normas, verifiquen que la Fiscalía y Superintendencia de Comercio tiene investigaciones en contra de Petro por sus errores, ¿si la fiscalía lo condena será también persecución o seria porque el Fiscal es un Tirano como lo hacen ver sobre el procurado?, Los Alcaldes son elegidos para gestionar y cumplir la ley, no lo uno o lo otro.
No podemos tener un país donde los gobernantes hacen lo que les venga en gana sin nadie que los controle, pero ¿cuando alguien los controla entonces es un dictadorcito?, el hecho que haya personas que a título personal se considere deban ser destituidos no quiere decir que haya pruebas o méritos para hacerlo, puede que no me guste un Congresista como Cepeda, pero ello no quiere decir que deba ser destituido o juzgado.
Es mi criterio que muchas de las reacciones contra la destitución de Petro son mal informadas, parcializadas, y desconocen algo que en Colombia casi nunca se aplica, y es que la ley no es solo para los de ruana, esas actitudes de satanizar a quien tiene el temple de hacer cumplir la ley ha permitido que en Colombia tengamos casos únicos como ser el único país del mundo donde un Presidente al que se le comprobó el ingreso de dineros del narcotráfico a su campaña termino su periodo sin consecuencias.
El no tener pelos en la lengua no implica decir las cosas solo motivados por nuestras convicciones personales sino por un análisis de los hechos, de lo contrario la tiranía estaría en las manos de quien tilda actuaciones por análisis ligeros y sin la profundidad que un asunto de tal tamaño y delicadeza ameritan.
Gracias por el comentario... pero a pesar de que en efecto critico al procurador, la crítica va hacia la institución y las funciones extralimitadas, que desbordan los principios básicos de la democracia. Si mi intensión hubiera sido criticarle sus posiciones retrógradas, ese sería un libro aparte. En el caso de los exministros, bien pasó la destitución, pero las sanciones y otros asuntos estuvieron en manos de la rama judicial. La procuraduría,. como está estructurada actualmente y como se notó en el caso de Petro, es una especie de Judge Dredd, que señala, investiga, juzga, condena y ejecuta. Con un instrumento como ese no hace falta el modelo de república que involucra tres ramas del poder público. Juan David, te invito a leer los artículos de la consitutción citados aquí en los que se enumeran las funciones de la procuraduría y en las que claramente se lee la descripción de Judge Dredd, si te incomoda la palabra "tirano", y como dije en mi texto, que al parecer pasaste por alto, las funciones son del cargo, no del que lo ocupa, y en ese caso, este señor o cualquier otra persona que lo ocupe, tendrá las mismas funciones extralimitadas.
BorrarMal informado, sí, porque como dije, no sé cuáles son exactamente los costos que implica hacer nuevas elecciones en tantos municipios y departamentos ni conozco las cifras exactas por las cuales Petro fue destituído y condenado, si vos tenés el dato, agradezco que lo publiques aquí.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarEl debate no termina... aquí pego lo publicado en El Colombiano el miércoles 11 de diciembre de 2013
ResponderBorrarFiscalía inspecciona a la Procuraduría por destitución de Petro
Redacción elcolombiano.com | Medellín | Publicado el 11 de diciembre de 2013
El fiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre, ordenó este miércoles desde un evento en El Nogal, una inspección judicial a la Procuraduría para establecer cómo se tomó la decisión de destituir al alcalde Gustavo Petro.
Según indicó la Fiscalía la diligencía fue breve en la Procuraduría, pues el ente investigador fue por un documento que ya tiene en su poder.
Montealegre, afirmó además que ve como invonveniente que se permita la reelección del Procurador. "Es inconveniente que se permita la reelección del Procurador General de la Nación", indicó Montealegre.
"En boca cerrada no entran moscas", contestó el procurador Ordóñez a la decisión del fiscal Montealegre.
Y agregó que el "modelo de investigación de la Procuraduría es inquisitivo". Aseguró que lo que se vive en la Procuraduría es un monopolio “no puede ser que un mismo funcionario sea quien ponga una sanción, y él mismo sea la segunda instancia”.
El Fiscal indicó que hay que reabrir el debate sobre las competencias del Procurador, “el sistema de la Procuraduría no es garantista”, dijo el jefe del organismo investigador.
Por otro lado, Montealegre advirtió que las denuncias hechas ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por parte del alcalde capitalino podrían tener efecto.
Así mismo, agregó que el país esta está en mora de crear un "mejor sistema de pesos y contrapesos, expedir el Estatuto de Oposición y de rediseñar los órganos de control", afirmó Montealegre.
Las declaraciones fueron entregadas por el Fiscal General en la exposición de la teoría del riesgo en el lanzamiento de Encuesta Global de Fraude 2013-2014 en el Club El Nogal.