14 oct 2014

Todo tiempo pasado fue hediondo

Me gustan las historias de la Edad Media. Las armaduras, las armas, la carnicería de las guerras y la magia que flota en la cultura. Me gusta, aunque hace mucho no lo hago, jugar Calabozos y Dragones y adoro los libros de J.R.R. Tolkien y estoy disfrutando como loco leer A Song of Ice and Fire (Juego de Tronos); desde hace como 15 años juego Diablo (desde el I hasta el III, con sus extensiones) y me apasiono discutiendo sobre la religión y el ocultismo de la época.

Fantaseo de vez en cuando blandiendo un mazo y aplastando cabezas, montado en un caballo y bebiendo cerveza en tarros de latón. Hay gente que asegura que en vidas pasadas fueron príncipes y guerreros, princesas o damas de la corte, hay gente que se hace regresiones para afirmar ese deseo de haber sido alguien importante. Yo no creo en eso. De esos "regresados" ninguna fue puta ni leprosa, ninguno fue pordiosero ni porquerizo.

El caso es que cuando nos remontamos a aquellos tiempos gracias a la literatura y al cine fantaseamos ser los mejores personajes porque simplemente las narraciones se quedan cortas. Yo prefiero vivir con las comodidades modernas. Hoy usted le echa hojitas de lechuga a la ensalada, pero en tiempos de Arturo, se usaban para limpiarse el culo. Papel higiénico, aunque se dice que se ha usado desde el Siglo VI a.C. lo cierto es que nuestro amigo "el rollo" lleva poco acompañando los momentos más escatológicos de la humanidad.


El retrete, ese que se lleva nuestro producto con agua, fue descrito por primera vez en 1596, pero el que conocemos con un desagüe en forma de S se patentó apenas en 1775 y eso no significa que todo el mundo lo tuviera al alcance de su ano; esa forma de S es la que ayuda a que el hogar no huela siempre a marranera. Antes de eso todo fueron letrinas y bacinillas, las primeras eran un lujo de quienes contaban con grandes viviendas, las segundas eran "plato diario" de los comunes, que arrojaban el guardado nocturno por la ventana hacia la calle, como lo describe Patrick Süskind en El Perfume (hablando sobre las calles de París).

Existen hoy en día ciudades en Asia en las que los bollos navegan libres por unas cunetas callejeras que los transeúntes depositan a la vista de todos, paradójico cuando "el más antiguo alcantarillado de que se tiene referencia es el que fue construido en Nippur (India), alrededor del 3750 AC", antes solamente se construían para cursar las aguas lluvias, (…) las aguas usadas de origen humano solo comenzaran a ser conectadas a las alcantarillas en 1815 en Londres, en Boston a partir de 1833, y en París, solo a partir de 1880*", la distribución de redes se hizo posible a partir de 1900.

Otra época bonita es la Ilustración y las revoluciones contra la monarquía, cuando la gente se vestía con boleros y pelucas blancas. Además del uso natural que era disimular la pérdida de cabello, éstas servían para prevenir enfermedades cutáneas y la colonización de piojos porque la higiene no era una práctica común. Los boleritos en el cuello y las muñecas se usaban para ocultar las picaduras de parásitos y la aparición de llagas de herpes varios; todos esos faldones servían para resaltar los traseros de las damas y a la vez aplacar un poco los olores de las acumulaciones propias de la falta de aseo en las partes privadas -que a veces eran públicas, y por eso el herpes-.

Ahora que he vuelto a ser guardián de bebés me pregunto cómo hacían antes con tanto pañal sucio, y cómo hacían las mujeres antes de la invención de los tampones y las toallas higiénicas. Cuando uno visita esas mansiones históricas en las que nacieron y murieron los próceres ve los hermosos aguamaniles en las habitaciones con los que se juagaban la cara y las ingles aquellos ricachones. Solamente en el Museo El Castillo vi un baño de inmersión, pero la gente que habitó el edificio no era tan antigua, y en la casa de un prócer canadiense vi, en la habitación de la esposa, un cubículo cerrado con cortina donde estaba especialmente ubicada una silla con hueco en el asiento para dejar ir en caída libre esos tormentos de las tripas.

Aunque se sabe que los antiguos egipcios usaban unos cepillitos para los dientes, la higiene oral no ha contado con enormes desarrollos hasta la segunda mitad del Siglo XX. Por eso me extraña un poco que en las películas y series de televisión "de época" los muecos son pocos, aunque la verdad sea dicha, sería muy desagradable ver a nusestros artistas sin dientes o con ellos exhibiendo los colores de una pared mohosa.

¿Qué pasaba con los desperdicios de comida? No todo el mundo tenía su marrano de confianza para tirar los desechos, cuando mucho una gallina. A pesar de las luchas de ambientalistas no podemos escapar a que somos muchos y producimos mucha basura que por lo general se incinera o se acumula en rellenos sanitarios, hay también centros de compostaje y recicladores compulsivos. Yo saco la basura todos los lunes y los jueves y el compactador se la lleva a un lugar que para mí sigue siendo un misterio, pero me libro del problema. Una vez, cuando era niño, ese compactador no pasó el día señalado y la cocina se cundió de gusanillos blancos, desde eso, detesto los gusanos.

Los médicos no se lavaban las manos. El primero que tuvo la idea fue Ignác Fülöp Semmelweis en 1846 cuando observó que todas las parturientas se morían infectadas en el hospital, bueno, no todas... es una exageración, solamente el 96% de las mujeres que daban a luz (él era obstetra) fallecían por lo que se llamaba fiebre puerperal y decidió fomentar la higiene previa a las intervenciones, pero todos sus colegas tomaron esto como ¡semejante insulto! Lástima que fue él mismo quien se cortó con un bisturí usado en un cadáver y se murió con los mismos síntomas de las madres a los 47 años.

Todo tiempo pasado fue hediondo, aunque existen indicios y pruebas de la higiene en culturas antiguas, ninguno en absoluto gozó de los beneficios occidentales de tener al mismo tiempo: agua corriente, alcantarillado, jabones, champú, desodorante, crema de dientes, cepillo e hilo dental, pañales, tampones y toallas higiénicas (nueva tendencia -ni tan nueva-: la copita menstrual), talco, enjuague bucal, lociones, sanitarios (hasta varios por hogar), duchas y bañeras, ropa de cambio, lavadora, secadora, nevera… artículos que nos permiten tener un entorno menos sucio, o al menos nos dan la ilusión de ser así.

¿Que si me gustaría vivir en otra época? No gracias, aquí estamos mejor y más limpios, aunque a veces se encuentra uno con gente que pareciera salida de una película de piratas, pero esa es otra historia

*Wikipedia


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