30 sept 2014

Lo más peligroso de Internet puede ser usted

Cuando estudiábamos sobre la invención de la Internet como "las autopistas de la información", por allá en los noventas, el tema era tan etéreo que apenas comprendíamos el asunto; el caso es que en los textos, algunos futurólogos exponían los increíbles beneficios y asimismo los riesgos de que la información pudiera estar disponible para todo el mundo, todo el tiempo, en todas partes.

Entre esos riesgos incluyeron la publicación de material pornográfico y la difusión de ideologías de odio y violencia gráfica, cosa que más o menos se puede controlar con los filtros de los diferentes navegadores. No vieron venir la transmisión de virus informáticos ni mucho menos la creación de redes sociales. Entre los riesgos que ellos enumeraban, estaba la publicación de información falsa y perniciosa.

Pero en mi opinión, eso no es peligroso, el peligro reside en los lectores que acceden a esa información sin procesarla ni verificar siquiera la fuente y creen que lo publicado es cierto porque está publicado. Peor que eso, replican la información y opinan al respecto basados en información falsa creada en la mayoría de los casos por humoristas y profesionales del sarcasmo.

En el sitio de cbc.ca se publicó una nota acompañada de una "foto" creada por el diseñador Nick Fabin, en la que se mofa del arte moderno y los coleccionistas: New York artist creates 'art' that is invisible and collectors are paying millions (Artista de Nueva York crea "arte" invisible y coleccionistas pagan millones). De inmediato en Facebook y en otros foros, comenzaron a aparecer las opiniones de gente criticando la exposición, al artista e inclusive a esos coleccionistas millonarios. Yo pensé en la historia del Nuevo traje del emperador que me ha servido para no dejarme meter los dedos en la boca y buscar otras fuentes de información.


La foto es un retoque (ver foto original) y la nota es pura paja. La foto original muestra una exposición en Milán, Italia, del fotógrafo Phil Stern, el 16 de junio de 2010. La foto trucada es un trabajo simple en Photoshop que ilustra el arte de la ironía y la capacidad de burlarse de la gente.

Así como sucedió con esta nota canadiense, sucede con otras publicaciones en medios humorísticos como:



Esto no es nuevo, uno de los primeros periódicos sarcásticos fue La Espingarda, de España, que servía de entretenimiento y engaño a los ibéricos mucho antes de que existiera Facebook, Internet, los computadores y la electricidad domiciliaria. "Esas informaciones podrían llegar a ser tan peligrosas como la ya clásica anécdota de La guerra de los mundos de Orson Welles hace ya 76 años", agregó Juan Guillermo Moreno.

Que un parroquiano corriente se trague los cuentos de estos medios de comunicación es hasta aceptable, pero que sean los medios de comunicación los que repliquen esa información con la seriedad de un urólogo carnicero, es lo que no tiene perdón. Ya ha pasado con informaciones falsas de estos medios de comunicación graciosos o videos que montan en Youtube, que los medios "serios", esos donde trabajan los periodistas bajo un paraguas de renombre, encuentran estas noticias y las toman como verdades, porque son mejores escritores los humoristas que ellos y las hacen parecer ciertas.

Este Dalai Lama sabe mucho...
No aparecen sin embargo, las rectificaciones ni disculpas, y se corre el riesgo de la difamación, injuria o calumnia. Y la gente replica la falsedad porque la leyó en El Colombiano, El Tiempo o El Espectador. A veces resultan noticias falsas recurrentes, como esa que dice que Marte se verá tan grande como la Luna, y la publican antes de cada 27 de agosto. Me gustaría poder andar por la calle en esas madrugadas del 27 de agosto preguntándole a los crédulos románticos "¿Qué tal Marte?", pero prefiero dormir.

Similar a esto, sucede con las publicaciones de fotos de famosos con frases célebres que quién sabe si dijeron o no, y hasta la Mafalda que cumple 50 años la utilizan para escribirle frases mamertas o lacrimógenas que no tienen nada que ver con la creación de Quino, pero esa es otra historia…

No hay comentarios.:

Publicar un comentario