21 ago 2014

Respuesta a mi prima (sobre la violencia del ser humano)

En mi familia casi todos hemos sido de alguna manera "ovejas negras", de esas que son desobedientes y que no quieren simplemente aceptar las cosas como son, de esas que rumian una idea para darle forma a otra nueva y así, crear nuestra propia manera de pensar. De esas ovejas negras, mi prima y yo, que no tenemos fama ni fortuna, nos dedicamos a escribir (gratis).

Ella compuso un texto en el que expresa su desesperanza por la humanidad, dado que recientemente un periodista norteamericano fue decapitado en cámara para enviar un mensaje, y eso sumado a una ola de violencia planetaria que sí tiene precedentes. Ella pregunta por una solución, y un amigo suyo le dijo que un meteorito (asteroide, mejor) sería la solución para acabar con nosotros.

Hace muy poco me vi la película Noé, con Russell Crowe, porque mi apetito por el conocimento de las mitologías religiosas no se sacia y mi gusto por el cine tampoco. Vi la película con mente crítica y evidentemente, sin apegarme a lo que dicen que dice el texto original, el guión literario.

He reflexionado sobre lo que ví y sobre lo que he leído ya varias veces en el Génesis y otros libritos de esa colección de autores varios -casi todos realmente anónimos- que se conoce como La Biblia. Varias veces la humanidad ha sido eliminada del planeta por su alto nivel de corrupción: el diluvio fue una, la destrucción de Sodoma y Gomorra fue otra, el ahogamiento de las huestes egipcias en el Mar Rojo (?) fue otra… el dios de los monoteistas ha tenido mano dura para limpiar la suciedad y la podredumbre, pero esa contaminación persiste porque hace parte de la naturaleza, y eso, eso es imposible de cambiar.

Decía una amiga en su biografía de Facebook que los humanos somos tan terribles que somos la única especie que se mata entre sí. Eso es un error… La mayoría de roedores se comen las crías ajenas para garantizar la supervivencia de las propias, los leones matan a los cachorros que no son suyos para que los únicos genes que trasciendan sean los propios. Igual hacen los delfines nariz de botella, que no solamente matan las crías ajenas (para que la madre esté libre y poder tener sexo), sino que para entrenarse, matan marsopas adultas, porque tiene la misma talla de sus infantes. Esta conducta se encuentra en otras familias de animales y existe también el deseo de matar por diversión.

Volviendo al asunto humano, nosotros no somos muy distintos del chimpancé, ni tampoco del león. Cuando un ser malvado muere muchos nos alegramos, pero quedan otros que continúan haciendo daño… si usted busca a los 10 más perversos de la historia se encuentra con varias categorías que hacen erizar la piel, en ellas se encuentran obviamente dictadores y papas, pero también mujeres y niños, probando de una manera muy escueta que la capacidad de ser malo está en todos, no solamente los hombres, no solamente los que tenemos pipí.

Obras como El Señor de las Moscas tratan de explicar esa tendencia natural hacia el bien o el mal, la inclinación de los más fuertes a abusar y oprimir a los débiles, la creación espontánea de bandos políticos y la adoración religiosa. Esos elementos culturales son los que ayudan a alimentar la hoguera de los odios. El Homo Sapiens Sapiens constituye una criatura maravillosa capaz de transformar el mundo con el arte y el progreso, pero asimismo, destruye a su paso y consume los recursos del planeta; al parecer desde su aparición en el mundo… tanto, que una de las teorías de la extinción del Hombre de Neanderthal se explica en la caza por parte de nuestros ancestros. Y si el antepasado no lo hubiera hecho, lo hubieran hecho después otras civilizaciones, los hubieran esclavizado, hubieran sido eliminados porque no son como nosotros de la misma manera que en la actualidad la gente elimina a la otra gente que es distinta.

No hay que mirar muy lejos, no hay que mirar solamente a Palestina o a Irán, ni tampoco los tigres tamiles: en Colombia y otros países hay gente que mata a otra porque le gusta otro equipo de fútbol. Este tipo de alimañas se escuda detrás de un fanatismo deportivo para satisfacer su sed de vicio, violencia y sangre, tal como en las Cruzadas cabalgaron todo tipo de delincuentes con el "perdón de Dios" a descabezar otomanos, y tal como los otomanos invadieron las tierras mediterráneas para aplastar cristianos, de la misma manera que algunos galeotes llegaron a América para obtener títulos de señores y violar a las indias y sus hijos y esclavizar a sus esposos.

Aún si se lograra eliminar a todas las religiones, a los políticos con sus partidos e ideologías ponzoñozas, surgiría nuevamente algún detonante para que entre nosotros nos agredamos, surgiría otra vez ese tipo de líderes leonescos que matan para fortalecerse. La agresividad y la violencia hacen parte de la naturaleza. Para comer carne debemos matar a los animales, inclusive si todos fuéramos vegetarianos arrasaríamos con miles de especies vegetales para dar prioridad a nuestra comida y así desaparecerían también especies animales por montones.

Mi prima dice que no hay esperanza, yo digo que sí. A pesar de que siempre ha existido la maldad en el ser humano, a pesar de que siempre existirá, existirá además la capacidad creadora y la capacidad de imaginar, eso que nos hace aparentemente distintos de del hamster que devora los gazapos y del chimpancé que canibaliza a su pareja.

Mi prima pregunta por una solución: no hay

No pretendo justificar los actos de maldad, que son siempre reprochables, simplemente trato de ilustrar que "los actos de maldad" están en nuestros genes y en nuestra memoria biológica, pero es nuestra decisión -como especie- inclinarnos por lo bello de la vida y aceptar nuestra naturaleza para entenderla tal y como es; a pesar que ciertas religiones se empeñen en deformarla, pero esa es otra historia…

2 comentarios:

  1. Muy cierto Mello, excelente tu escrito como siempre. Es la verdad, solución no hay... el meteorito, o asteroide. En todas las especies hay violencia y agresión, ahí estamos de acuerdo; pero no hay forma de negar que entre el humano y las demás especies animales, hay un grado de sadismo anti-natura producto del raciocinio megalómano y corrupto. Vamos más allá de la supervivencia, más allá de la pirámide. Finalmente, solo queda no hacer parte del problema... disfrutar de lo bello... es la única forma de sobrellevar alguito esta inmundicia.

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  2. Respuesta de Margarita López:

    “Mientras el meteorito cae, no queda más que ayudarle al otro, no queda más que celebrar las pequeñas alegrías que llenan el alma de amor, compartiendo con la familia, con los amigos. No queda más que regalar sonrisas y saludos en la mañana a todo quien me cruza, no queda más que ayudar a calmar el hambre de alguien de vez en cuando, no queda más que trabajar decentemente, no queda más que no hacer daño a los demás. En una situación en la que no hay solución, solo queda no hacer parte del problema”

    Que esa sea la enseñanza para tus hijos y los hijos de tus hijos...

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