Desde anoche, una de las frases lapidarias en Facebook es "pan y circo", con sorna la gente se queja de que existan estos certámenes de belleza, y eso que la elegida es una colombiana. Yo no vi la transmisión, estaba ocupado con el sueño y los teteros de mis hijas y por eso mismo mi esposa ignoró el programa.
Supimos por la red social que había ganado una barranquillera y a los pocos minutos una llamada desde Colombia nos confirmaba esa alegría nacional. Hoy ha sido el tema tendencia en las redes y cuando muchos se alegran por el hecho, otros se remuerden de resentimiento mascullando la frase citada.
Paulina Vega |
Que "es bruta", dicen unos, porque al parecer la respuesta a esa pregunta que le hacen antes de elegir a la ganadora no fue brillante, ni mucho menos digna de ser consignada en letras doradas en la fachada del Palacio de Nariño; pero tampoco fue una cosa de "hombre con hombre, mujer con mujer..." o que "...Confucio, el que inventó la confusión" y que "...todos los niños de América deberían tener mapas". Yo creo que esas muchachas tienen todo el derecho a decir cualquier estupidez que les salga en momentos en que la tensión y los nervios se combinan con la imperiosa necesidad de verse rozagante y feliz, y ocultar a toda costa que están cagadas del susto en un momento crítico que puede cambiarles la vida.
¿Quién no ha dicho una imbecilidad cuando no corresponde? ¿Recuerda usted cuando le presentaron a esa muchacha en unos quince? ¿Olvida acaso la mentira mal hecha que inventó cuando sus papás lo descubrieron haciendo algo indebido?
Yo no olvido que en la universidad iba perdiendo Opinión Pública, y mi única esperanza era sacar un cinco en una exposición sobre el surgimiento de la burguesía y las libertades colectivas. Investigué y preparé muy bien mi tema durante 15 días y cuando salí arrogante con mis notas, no pude decir sino "jueputa Gabriel (el profesor), se me olvidó el tema" y no pude siquiera escarbar en mis notas porque ya no era capaz de leer lo que escribí de mi puño y letra. Perdí y tuve que habilitar la materia, no quedé ni de virreina.
...Para que no vaya a ponerse nerviosa una mujer a la que se sabe le van a preguntar cosas malucas de responder, en una transmisión en directo vía satélite, que sabe que la está viendo hasta Bergoglio, que tiene ampollas en los talones por andar un mes en tacones, con un vestido incómodo y por lo general con un jurado implacable, que tal vez ha sufrido vómitos y diarreas por la comida extraña (tanto ella como el jurado), que sabe que diga lo que diga va a ser la próxima estrella(da) en Youtube y que si logra ganarse esa corona su vida va a cambiar definitivamente, por lo general para mejorar.
Hay mucho resentido por nada. Es cierto que los dineros que cuestan ese tipo de eventos bien podrían invertirse en educación o salud, que mientras las mujeres desfilan en trajes carísimos hay otras en países muriéndose de hambre o maltratadas por sus esposos, o violadas en la calle; es cierto que mientras la gente se queda viendo eso hasta media noche los conflictos bélicos continúan pudriendo el planeta. Todo eso es cierto, pero es más cierto que el amargado que critica tan reciamente a las reinas de belleza y los eventos de este tipo no puede prevenir las violaciones en India, terminar el conflicto colombiano ni proveer con comida y vacunas a los niños de Mozambique; por el simple hecho de no ver el reinado. Yo no vi el reinado y gracias a eso no he cambiado la vida de nadie.
Pan y circo ¡claro que sí! Y qué tal que no... qué tal que no existieran los reinados de belleza, especialmente en Colombia donde cada municipio tiene su certamen. Qué tal que no hubiera circo: sin fútbol, sin telenovelas, sin conciertos, sin cine, sin música, sin fiestas patronales, qué tal que no hubiera días festivos ni vacaciones.
La gente necesita entretenerse y hay oferta para todos los gustos, y hay costos y presupuestos de todos los tamaños. Uno de esos que critica el reinado aduce que esos dineros podrían invertirse en misiones más nobles ¿Cuánto es el salario de... digamos por ejemplo: James Rodríguez? ¿No sería mejor que cobrara una cantidad más modesta y esa plata la invirtiera en los niños huérfanos por la guerra de Palestina? No hay que ser tan tremendistas con las cosas, al que no le guste el reinado y que haya ganado una Colombiana, pues que no lo vea y que rumie su resentimiento con la esperanza de que esa amargura sirva para construir un mundo mejor, yo no puedo imaginarme un planeta sin entretenimiento, pero esa es otra historia...
Reflexión aparte: Qué pesar cuando las reinas de belleza dicen pendejadas por nerviosas, pero es muy distinto cuando las pendejadas las dice un presidente de un país petrolero que tiene el mayor número de reinas de belleza coronadas en la historia.